Cuando alimentas a tu perro, ¿te dejas llevar por sus ojos de cachorro y le das un poco más? Pues bien, podrías estar haciéndole más daño que bien. Estos errores comunes son frecuentes en la mayoría de los dueños de perros, pero ¿de cuál eres tú el más culpable?

1. Dejas la comida de tu perro fuera todo el día

Dejar todo el día la comida de tu perro fuera y que él decida cuándo comer, puede parecer inofensivo, pero en realidad es un problema potencialmente peligroso. Los perros son carroñeros naturales, lo que significa que están programados para comer todo lo que puedan en el menor tiempo posible. Por ello, es muy importante que tenga uno horario establecido para que no sea decisión suya, porque no sabrá tomarla.

2. Demasiadas golosinas

Las golosinas deben reservarse para una recompensa, como cuando cumplen una orden mientras su adiestramiento.  Debes vigilar los premios que le das, porque si se acostumbra, perderá la motivación y dejará de cumplir tus órdenes.

Para reducir la ingesta de golosinas de tu perro, intenta sustituirlas por otras opciones de recompensa como caricias, juegos y salidas al exterior.

3. Mide la comida

Llenar el cuenco de tu mascota hasta el borde o adivinar cuánto necesita comer puede ser también un juego arriesgado. Pregunta a tu veterinario la cantidad exacta de comida que debe comer tu perro y cuántas veces al día debe hacerlo. pero también averigüe cuántas veces al día es mejor que coma su perro. Lo más sencillo es conseguir un recipiente que tenga esta medida y así no tendrás que perder tiempo en medir cada vez que come.

4. Alimentas a tu perro desde la mesa

Aunque pienses que rara vez da de comer a su perro en la mesa, éste lo nota siempre y lo recuerda. Muchos alimentos humanos pueden ser tóxicos para los perros, como las uvas, las pasas, el ajo y el chocolate. Por ello, debes adiestrarlo para que no te pida comida o incluso llevarlo a otra habitación cuando estés comiendo.

5. Huesos de verdad

Aunque todo el mundo piense que los huesos son para los perros, esto puede ocasionarle problemas digestivos graves. Si un perro se come un hueso de verdad, éste puede astillarse y perforar su tracto digestivo o alojarse en la garganta o el tracto digestivo de tu perro, causando desde una boca sangrienta a lesiones dolorosas en la lengua. Si le das a tu perro carne o pescado, ten cuidado de quitarle todas las espinas.

6. Le dejas engullir la comida

Algunas razas de perros, como los labradores, los beagles, los bassets, los cocker spaniels, los corgis (los favoritos de la reina de Inglaterra) y los carlinos, son más propensos a comer lo más rápido posible, lo que puede facilitar que ganen peso rápidamente.

Los perros que engullen la comida también pueden sufrir gases e hinchazón, que pueden poner en peligro su vida.

Intenta distraer a tu perro entre bocado y bocado para que se tome más tiempo con la comida o dale porciones más pequeñas pero frecuentes para que se llene más lentamente.

Estos son seis pecados que muchos dueños suelen cometer y que no saben lo perjudicial que puede ser para sus queridas mascotas. No seas uno de ellos y mejora la vida de tu perro.