El presidente turco dice que «hay terroristas paseando» por Estocolmo y destaca que las «enmiendas legislativas» de Estocolmo «no son suficientes»

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado que Suecia «debe cumplir sus promesas» de cara a que Ankara allane el camino para su entrada en la OTAN, al tiempo que ha denunciado que «hay terroristas paseando con libertad por las calles de Estocolmo» y ha desvinculado el proceso de la posible adhesión de Turquía a la Unión Europea (UE).

«Para que esto pase, Suecia debe cumplir sus promesas. Las organizaciones terroristas deben poner fin inmediatamente a sus manifestaciones en las calles de Estocolmo y deben poner fin a sus actividades, porque ver lo que pasa es algo muy importante para el pueblo turco», ha indicado en una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense PBS.

Así, ha manifestado que «aparentemente, Suecia ha llevado a cabo enmiendas legislativas, pero eso no es suficiente», antes de incidir en que la candidatura de Estocolmo «está siendo valorada por la Gran Asamblea Nacional (Parlamento), que es donde sería ratificada llegado el momento». «La Asamblea analizará la situación en el marco de su propio calendario. La propuesta será sometida a voto por los parlamentarios», ha explicado.

«Si el Parlamento no adopta una decisión positiva, no hay nada que hacer», ha reseñado Erdogan, que ha subrayado que las autoridades turcas «han dicho en repetidas ocasiones que están dispuestas a apoyar la candidatura de Suecia a la OTAN, pero Suecia debe estar a la altura de la situación y cumplir sus promesas.

Por otra parte, el mandatario turco ha reseñado que «ante todo, la posición de Suecia y la de Turquía en el marco de las negociaciones de acceso a la UE son dos cosas separadas» y ha recordado que Ankara «lleva las últimas cinco décadas en el umbral de la UE». «Siempre hemos sido autosuficientes. Nunca hemos necesitado contribuciones o apoyo de la UE, así que ni siquiera es necesario para nosotros (entrar en el bloque)», ha remachado.

El Gobierno turco ha denunciado en numerosas ocasiones la presencia en Suecia de movimientos prokurdos a los que Turquía quiere poner freno, especialmente en lo que se refiere a cualquier posible respaldo al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que considera una organización terrorista. Durante este último año, el Gobierno turco también ha criticado la quema de ejemplares del Corán en varias manifestaciones.

Además del aval de Turquía, a Suecia le queda también por conseguir el de Hungría, si bien todo apunta a que ambos irán de la mano. En el caso de Hungría, los recelos a Suecia derivan de los supuestos «insultos» recibidos. «Dicen que Hungría no es una democracia, sino una dictadura», afirmó en julio el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, que considera que las autoridades suecas se inmiscuyen en cuestiones internas que no le competen.