El embalse de Kajovka (Ucrania) ha perdido un 70 por ciento de su capacidad tras la destrucción de la presa, lo que «podría afectar a más de 700.000 personas» teniendo en cuenta esta es la única fuente de abastecimiento de la región de Jersón, ha advertido Naciones Unidas.

El portavoz del secretario general de Naciones Unidas, Farhan Haq, ha advertido en un comunicado que «el vaciado del embalse de Kajovka ha dejado a decenas de miles de personas en el sur de Ucrania sin acceso a agua corriente, principalmente en la región de Dnipro».

En esta zona, se estima que alrededor de 200.000 personas «están completamente aisladas del agua centralizada, mientras que otras tienen un acceso extremadamente limitado», ha explicado el portavoz.

Aunque imágenes satelitales del Centro de Satélites de la ONU muestran que las aguas de la inundación están retrocediendo, Haq ha asegurado que «la crisis está lejos de terminar».

Este viernes, miembros de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y del Programa Mundial de Alimentos (PMA) se han desplazado con botes sobre el terreno para entregar agua y alimentos vitales a unas 500 familias vulnerables en la región de Jersón.