CSIF alerta de la alta siniestralidad laboral que padece la región con una «media espeluznante» de 76 accidentes al día

El responsable de Prevención de Riesgos Laborales de CSIF Castilla-La Mancha, José Luis Mayoral, ha puesto el foco en la elevada siniestralidad que padece la región: «somos la cuarta comunidad con mayor tasa de siniestralidad, la media es espeluznante: 76 accidentes al día».

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que se celebra este domingo, reclamando la necesidad urgente de intervenir y avanzar en prevención para cumplir con el principio y derecho fundamental de un entorno de trabajo seguro y saludable, ha informado el sindicato en nota de prensa.

Bajo el lema ‘Avancemos en Prevención. Trabajando con responsabilidad, inversión y protección’, CSIF también recuerda en este día a las personas que han perdido la vida en su puesto de trabajo, 33 el pasado año en Castilla-La Mancha, y a aquellas que sufren lesiones y enfermedades crónicas.

Es fundamental, a juicio del representate sindical en la región de CSIF, que todos los participantes en la gestión preventiva (Gobierno central y autonómicos; empresas, administraciones, mutuas, Inspección de Trabajo y Seguridad Social, servicios de prevención, personas trabajadoras y representantes sindicales) asuman su responsabilidad y actúen para reducir la siniestralidad laboral, enfermedades profesionales y patologías no traumáticas.

A pesar de que el pasado año descendió el número de accidentes, un total de 27.646 en la región, las cifras siguen siendo «terriblemente elevadas, no prevenir sale muy caro. Más allá de planes y subvenciones, hay que cumplir con las normas de prevención, vigilar y sancionar. Tras la siniestralidad se esconde el deterioro de las condiciones de trabajo y de los sistemas de prevención», añade Mayoral.

Ante la inminente actualización de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, CSIF ha elaborado una serie de propuestas cuya incorporación a la nueva normativa se considera necesaria, entre las que destacan: potenciar la vigilancia de la salud individual y colectiva tanto física como mental; incorporación de profesionales de psicología y psiquiatría en los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales; ampliar la protección de la maternidad incluyendo durante los tratamientos de fertilidad; inclusión de la discapacidad psicosocial; integración de la edad, diversidad generacional y perspectiva de género; potenciar la formación; protección ante los riesgos ligados a la digitalización y la Inteligencia Artificial, así como nuevas medias frente al cambio climático, y dotación de crédito horario específico para el delegado de prevención.

Por último, Mayoral incide precisamente en el cambio climático, que provoca «graves repercusiones en la seguridad y salud en el trabajo a través del aumento de las temperaturas, la exposición a la radiación ultravioleta, el contacto con patógenos, la contaminación del aire y el clima extremo», así como la salud mental, donde las «intervenciones preventivas son insuficientes y es urgente la intervención psicosocial eficaz y la vigilancia de la salud mental de los profesionales».