Publicado 10 May 2024 14:15 | Actualizado 10 May 2024 14:32

Asaja Castilla-La Mancha y Agroseguro se han reunido en Toledo, a petición de la organización agraria, para trasladar las preocupaciones de los agricultores ante la sequía y los daños producidos en los cultivos tras las últimas heladas.

En el encuentro han participado los dos directores territoriales de La Mancha y Centro de Agroseguro, Santiago Duro Ventura y Francisco Javier Zarcero Mayoral, así como un equipo regional de Asaja encabezado por los vicepresidentes, Jorge Navarro y Blanca Corroto.

En cuanto al viñedo, después de las últimas heladas y, como ya ocurrió el pasado año, los agricultores temen que las peritaciones no lleguen a tiempo para comprobar los daños reales, enmascarando así su verdadera magnitud, además de las pérdidas que ocasiona el tener que paralizar vendimias, y también cosechas de cereales, obligando así al agricultor a dejar muestras que luego no pueden ser recogidas.

No obstante, Agroseguro, que ha indicado que el pasado año fue excepcional por la gran cantidad de siniestros, se ha comprometido a atender todos los partes con mayor celeridad y, a fecha de 8 de mayo, ya hay contabilizadas casi 22.000 hectáreas de viñedo siniestradas por las últimas heladas y esperan tener el total en los próximos días.

En esta línea, los servicios técnicos de Asaja han constatado que, sobre todo en las provincias de Albacete y Cuenca, los agricultores ya tienen problemas de marchitez en la variedad Bobal, totalmente reconocibles, que deben ser peritados, a más tardar, en 20 o 30 días.

Los técnicos de la organización han indicado a los agricultores que es de suma importancia que se comuniquen los partes por marchitez, en caso de ocurrencia, lo antes posible, a fin de que no se enmascare el daño tal ocurrió la pasada campaña, que se produjeron disminuciones en el cobro de indemnizaciones al considerar este riesgo como adversidad climática, peritado por explotación y no por parcela, y con menor grado de cobertura.

En relación a los cultivos COP (Cereales, Oleaginosas y Proteaginosas), además de las peritaciones, otro de los asuntos que preocupa al sector viene relacionado con el cumplimiento de la condicionalidad. Es el caso de los cereales de secano, ya que existe una práctica medioambiental en la que un 7% se deja sin cosechar y es porcentaje no es necesario asegurar.

En los plazos de la inscripción del seguro, incluidos los plazos de las modificaciones de altas y bajas, el agricultor aún no sabe cuál será la superficie concreta que dejará sin cosechar. En este sentido Asaja ha solicitado a los responsables territoriales su apoyo para que Agroseguro corrija esta discordancia de fechas y se ajuste conforme a la normativa de la Política Agraria Comunitaria.

En relación al seguro de almendro, las cifras de contratación son muy bajas y este año se han reducido a la mitad, según datos aportados por Agroseguro. El motivo, según Asaja, se debe a las últimas modificaciones incluidas por parte de ENESA en esta línea, que están al margen de la realidad, por lo que exigen devolver esta línea a sus términos iniciales para volver a conseguir los niveles de contratación previos a su modificación.

Algo similar ocurre en el caso del seguro del olivar, que en Castilla-La Mancha tiene una contratación meramente testimonial siendo el segundo cultivo más importante de la región, o del seguro del ajo, cuya línea se ha endurecido con gran preocupación para este sector y que seguirá la senda de lo ocurrido con el seguro de la almendra.

Por otro lado, desde la organización agraria se ha manifestado la enorme preocupación ante el hecho de que la comunicación de siniestros inicie un sistema de penalizaciones de cara a siguientes contrataciones.

En este sentido, Agroseguro ha recordado que la norma se ha modificado recientemente y, dichas penalizaciones, ya no están ligadas a la superficie siniestrada, sino al resultado técnico de cada asegurado.

Ya no hay penalización por dar varios partes de siniestro en los cultivos, sino que se penaliza más al que sufre más siniestros y cobra más indemnizaciones, aspecto este por el que Asaja ha mostrado su más absoluta disconformidad y así se lo trasladará a la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA).

Otra de las propuestas trasladadas por parte de la organización es la eliminación de la carencia de siete días de la entrada en vigor de la póliza suscrita, cuando se trata de una nueva línea de seguro no contratada el año anterior, a fin de evitar un riesgo tan alto para los agricultores.

La organización agraria reconoce que uno de los motores que mantienen el medio rural es el seguro, ya que es muy importante la protección frente a las adversidades climáticas que debe ofrecer a las explotaciones agrícolas y ganaderas. No obstante, el encarecimiento de las pólizas y otros factores han reducido considerablemente el número de seguros contratados.

Por ello, Asaja ha pedido una revisión profunda del sistema de seguros y un mayor apoyo económico para su contratación. También han aludido a los problemas relacionados con los seguros y la fauna silvestre y, en cualquier caso, con la indefensión del agricultor cuando los daños vienen de organismos que no atienden a su responsabilidad, ocasionando así graves daños patrimoniales a los agricultores afectados, dado que Agroseguro no da respuesta a este tipo de daños. Por último, se ha valorado la interlocución entre Asaja y las dos direcciones territoriales.

En esa línea, se ha acordado seguir reforzando la comunicación directa entre ambas entidades, de cara a resolver dudas y proporcionar información al equipo de profesionales técnicos de Asaja, así como aumentar la formación y las jornadas informativas para los asociados.

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