Una terapia integral

¡Prepárate para una experiencia teatral única e hilarante con «Una Terapia Integral»! Esta rompedora comedia escrita y dirigida por Cristina Clemente y Marc Angelet te llevará en un viaje introspectivo mientras te desbordas de carcajadas. Con un guión exquisito y un elenco fabuloso, incluyendo a Antonio Molero, Marta Poveda, Esther Ortega y César Camino, esta obra te hará pensar y reír a partes iguales.

Descubre cómo el pan que hacemos refleja aspectos de nuestra propia vida y cómo la búsqueda de sentido y creencias se entrelaza en esta divertida trama. «Una Terapia Integral» ofrece una oportunidad completa para reflexionar sobre la realidad mientras te diviertes con el ingenio del guión y las ocurrencias de los personajes.

Únete a los curiosos cursos del peculiar Toni Roca, donde aprenderás a moldear el pan y, al mismo tiempo, moldearte a ti mismo. Esta obra teatral mágica te sumergirá en sorpresas y carcajadas mientras descubres cómo el arte del pan va más allá de lo culinario. ¡No te pierdas esta experiencia única en el teatro, donde el humor y la reflexión se combinan para brindarte un espectáculo inolvidable! Consigue tus entradas para «Una Terapia Integral» y prepárate para reír, llorar, gritar y confesarte en un viaje emocionante y desternillante.

Una Terapia Integral, la rompedora comedia sobre el pan y el yo
Escrita y dirigida por Cristina Clemente y Marc Angelet, esta obra se presenta en Madrid con un guión muy completo, ¡exquisito! Desde el punto de partida que nos ofrece Toni Roca, un personaje peculiar que defiende cierta identidad entre el pan que hacemos y quiénes somos, hasta el desenlace emocional de la nueva y heterogénea ristra de alumnos, lo que encontrarás con tus entradas para Una Terapia Integral es un viaje introspectivo de irrefrenable carcajada. La totalidad del equipo que lleva a cabo esta joya humorística eleva la calidad del espectáculo de forma notable, desde los autores y directores hasta los fabulosos intérpretes. Entre los cuales descubrimos los nombres de Antonio Molero, Marta Poveda, Esther Ortega y César Camino, ¡cuatro fenómenos!

Más allá de la hilaridad del texto y la impecable ejecución de aquellos artistas, el trasfondo de la comedia enriquece aún más nuestra experiencia. De entre los muchos puentes que cruza la obra, podemos destacar cómo cuestiona la necesidad de creer en algo. Con la aparente decadencia de las religiones, dicha necesidad parece seguir latente y nos impulsa a buscar cierto sentido superior en una u otra fe moderna. Es esta, precisamente, la fuente de la que bebe el guión de Una Terapia Integral, una realidad que da mucho que pensar mientras reímos a pierna suelta. Con tus entradas para Una Terapia Integral podrás disfrutar de una oportunidad completa en múltiples sentidos, desde el análisis, ¡desternillante reflejo de la realidad!, hasta el humor más sincero.

La magia en el teatro nace de un guión de inconfundible ingenio
Con un sistema de aprendizaje de lo más peculiar, para el que hay pocas plazas y bofetadas para apuntarse, Toni Roca nos enseña a moldear el pan mientras nos moldeamos a nosotros mismos. Este personaje lleva más de 10 años impartiendo cursos, en los cuales, partiendo de una base más o menos sencilla, enseña que para hacer un buen pan no es necesaria la levadura más fresca o la mejor harina, sino lograr estar a bien con uno mismo. Así, comienza la aventura a la que te llevarán las entradas para Una Terapia Integral, ¡un camino de sorpresas y carcajadas!

Tal y como descubren los alumnos de Toni Roca en sus curiosos cursos, “somos el pan que hacemos” y, por lo tanto, podemos encontrar nuestros errores reflejados en el pan que sacamos del horno. Una miga muy densa es indicativo de una crisis de pareja. Si la corteza queda poco crujiente, estamos claramente ante problemas laborales. Y si el pan es simplemente soso, se debe seguramente a una vida sexual poco satisfactoria. Estos son los sabios conocimientos que imparte el tutor, pero la clase no termina al aprender estos trucos. Ahora llega la hora de hacer un buen pan, para lo cual los alumnos no solo deberán controlar la temperatura del horno y amasar con paciencia. También llorarán, reirán, gritarán, se confesarán, se desahogarán… ¡Todo un espectáculo!