Publicado 25 Apr 2024 12:12 | Actualizado 25 Abr 2024 12:20

Propone un plan de choque para contribuir a la viabilidad futura de la especie

Ecologistas en Acción de Toledo ha elaborado el ‘Informe sobre mortalidad de lince ibérico (Lynx pardinus) en la provincia de Toledo entre 2021 y 2023’ a partir de datos facilitados oficialmente tras una solicitud de información ambiental presentada ante la Consejería de Desarrollo Sostenible, según el cual, entre 2021 y 2023, se han registrado 95 ejemplares de linces encontrados muertos en la provincia de Toledo, un promedio de más de 30 ejemplares por año.

La ratio de mortalidad en el año 2022 alcanzó el 14% de la población toledana, cuando para el conjunto de la población ibérica se cifra en un 9,2%, lo que significa que «hay una significativa alta mortalidad de linces en Toledo respecto de la que hay en otras poblaciones», ha informado Ecologistas en nota de prensa.

Como primera causa de mortalidad registrada destaca el atropello en carreteras, computándose 78 casos del total registrado, estos es, un 82% del total. En 2022 se registraron 30 atropellos lo que implica un 11% de la población total, cuando en el conjunto de la población hispano-portuguesa la tasa de mortalidad por esta causa es del 6%, prácticamente la mitad.

Por otro lado, se considera que está infravalorada la mortalidad de la especie, puesto que resulta imposible localizar todos los ejemplares que perecen, singularmente si fallecen en lugares recónditos o han sido ocultados por alguna causa. En este sentido es llamativo que mientras para el conjunto de la población ibérica la tasa de mortalidad por caza ilegal (por disparo, trampas, lazos, veneno) es del 5%, en Toledo solo se ha detectado un caso de muerte achacable a este factor en tres años.

En los atropellos se observa que se registran en toda la zona de distribución de la especie en la comarca de los Montes de Toledo, especialmente en el piedemonte, con algunos casos esporádicos fuera de esta área. Más del 90% de los atropellos se localizan en esta zona tan concreta y más del 60% en solo cuatro tramos de carretera muy bien conocidos.

Las carreteras que concentran mayor porcentaje de los sucesos de mortalidad se ubican en el cuadrante entre las localidades de Toledo, La Puebla de Montalbán, Navahermosa y Mazarambroz, es decir, en una zona relativamente humanizada y con numerosas infraestructuras viarias arregladas en los últimos años.

Revisadas estas carreteras de mayor siniestralidad se ha constatado que solo en un tramo de una de ellas, la CM-410 entre Cuerva y Mazarambroz, se han puesto en práctica medidas de prevención de atropellos, estando estas medidas ausentes en el resto de la red viaria.

«A la vista de los datos de mortalidad sorprende que la Consejería de Desarrollo Sostenible y quienes han diseñado los planes de reintroducción no hayan dispuesto los mecanismos adecuados para prevenir este grave problema antes de empezar el programa de sueltas y que ahora no se apliquen medidas eficaces para revertirlo», ha destacado la organización en un comunicado.

Según afirman, a la «carencia de medidas efectivas» para evitar la mortalidad de linces pueden estar contribuyendo varios factores a añadir a la falta de previsión en los planes de reintroducción. «Por un lado, la sensación de optimismo y éxito que se transmite del proceso de reintroducción que genera situaciones de autocomplacencia en las que no se atiende a una cuestión fundamental, si el lince aparenta estar tan bien en Toledo es porque no deja de ser una población artificialmente mantenida, a la que se le siguen añadiendo ejemplares mediante sueltas».

Por otro lado, se puede estar considerando que la mortalidad de linces en Toledo es asumible; puesto que la población no deja de crecer en las estadísticas «de manera artificial». Por último, «no se rastrean lo suficiente los posibles casos de caza ilegal y, a su vez, se minusvalora esta problemática».

Para Ecologistas en Acción de Toledo no es de recibo esta situación con la especie, y entendiendo que la vida de cada lince es importante y que la recuperación de la especie supone una notoria inversión en medios humanos y materiales, no se puede dar por aceptable la pérdida de ejemplar alguno y, por lo tanto, se deben de aplicar todos los medios necesarios para reducir drásticamente la mortalidad de linces en la provincia.

Por todo lo anterior, y como propuestas para reducir significativamente la mortalidad del lince ibérico en la provincia de Toledo y para contribuir a la viabilidad futura de la especie Ecologistas en Acción de Toledo propone la implementación de un plan de choque.

En él se deberían contemplar medidas como el aumento de las inspecciones de tramos de carreteras y de cotos de caza potencialmente conflictivos en relación a la mortalidad de lince ibérico; o divulgar periódicamente al menos con carácter anual los datos de mortalidad registrada y las medidas correctoras y sancionadoras adoptadas.

También llevar a cabo programas de participación ambiental que llamen a la colaboración en la localización de ejemplares muertos entre las administraciones, usuarios del medio rural y la ciudadanía en general; establecer límites de velocidad más estrictos y controlados con radares de tramo en todos los tramos de carreteras donde se hayan registrado atropellos de lince e implantar señalización de limitación de velocidad asociada a la presencia de la especie en todas las carreteras donde se hayan registrado atropellos de lince.

Construir pasos subterráneos o sobre-elevados suficientemente amplios y seguros para el tránsito de linces y otros carnívoros y ungulados en los puntos negros; intensificar las actuaciones de protección y mejora de hábitat para favorecer la presencia de conejo en zonas más alejadas de núcleos urbanos y carreteras, en concreto en las sierras de los Montes de Toledo, ya que hoy por hoy la especie está colonizando zonas subóptimas al pie de las mismas.

Finalmente, piden dejar de fomentar la caza mayor y los vallados cinegéticos en general y reducir su implantación en los espacios de la Red Natura 2000 con presencia histórica de lince ibérico para favorecer la recolonización; crear y reunir cada seis meses un grupo de trabajo sobre la especie con participación de las ONG ambientales a escala provincial, y aumentar los programas de sensibilización ambiental en torno a la especie y su hábitat.

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