Publicado 9 Apr 2024 09:04 | Actualizado 9 Abr 2024 09:08

El Centro Cultural Aguirre de Cuenca acoge desde este martes, 9 de abril, y hasta el 21 de abril la exposición itinerante de fotografía ‘Punto y seguimos. La vida puede más’, con la que Fernando Mármol pretende concienciar a la ciudadanía del gran problema que supone la trata de personas, un fenómeno totalmente invisible.

Según ha informado en nota de prensa Cáritas, el autor de las fotografías, arquitecto de profesión y gran aficionado a la fotografía, pretende dar luz y sensibilizar ante esta situación de abuso y explotación de personas, con un proyecto enfocado en tres líneas argumentales: el drama vivido por las personas que han sufrido situación de trata, la indiferencia de la sociedad, y la esperanza en la construcción de un futuro libre de la explotación, con la implicación de la Iglesia y de la sociedad.

«El motivo de esta exposición es una de las preocupaciones de la Iglesia, que tiene dos objetivos fundamentales de cara al problema de la Trata de Seres Humanos, la atención a las víctimas y la erradicación de esta lacra, que supone una grave agresión a la dignidad humana y una violación de los derechos fundamentales de la persona», han defendido desde Cáritas.

La exposición, organizada por la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad Humana, promovida por el Departamento de Trata de Personas, forma parte de un elenco de materiales destinados a este fin y pone de manifiesto la cruda realidad de la trata y también la experiencia de liberación que supone dejar de ser víctima para convertirse en superviviente.

Para llevar a cabo este proyecto, se ha contado con la participación de personas que han sobrevivido a la trata de seres humanos, diversos proyectos de atención y acompañamiento de congregaciones religiosas, que han facilitado una labor que se ha materializado en diversidad de imágenes y frases que las acompañan.

Testimonios recogidos de las propias víctimas, donde relatan la experiencia vivida y bajo nombres ficticios para preservar la identidad de estas personas.

Desde la organización defienden que la Trata es un delito, un gran negocio, que atenta contra los derechos humanos y convierte a la persona en objeto, en mercancía, con la que se comercia y obtiene grandes beneficios económicos.

«Consiste en la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, por diversos medios, con fines de explotación, como el sexual, trabajo o servicios forzados, esclavitud o prácticas similares, actividades delictivas, extracción de órganos, celebración de matrimonios forzosos, mendicidad».

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