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Publicado 15 Jul 2025 09:06

El Gobierno sirio pide a las «facciones armadas» de la localidad que «cooperen totalmente» y «entreguen sus armas»

Las autoridades de Siria han impuesto este martes un toque de queda en la ciudad de Sueida (sur) tras los combates de los últimos tres días, que han dejado más de cien muertos, antes de afirmar que sus fuerzas entrarán en las próximas horas en la localidad para intentar contener la situación.

El comandante de la Seguridad Interna en la provincia de Sueida, Ahmed al Dalati, ha afirmado que el toque de queda ha sido impuesto a las 8.00 horas (hora local) y que estará en pie «hasta nuevo aviso», antes de destacar que el objetivo es «garantizar la seguridad de la población en la ciudad».

«Pedimos a la población de Sueida que se quede en sus casas y destacamos la necesidad de evitar que las bandas ilegales usen los edificios residenciales como posiciones para hacer frente a las fuerzas estatales», ha señalado, al tiempo que ha subrayado que «fuerzas de los ministerios de Interior y Defensa empezarán a entrar en Sueida para proteger a los civiles y restaurar la seguridad».

Asimismo, ha reclamado a las «autoridades religiosas» y a los «líderes de facciones armadas» que «cooperen totalmente» con las autoridades para «garantizar la seguridad en el centro de la ciudad y la estabilidad en toda la provincia», según un comunicado publicado por el Ministerio del Interior sirio a través de su cuenta oficial en Telegram.

Según las informaciones recogidas por la cadena de televisión siria Syria TV, líderes religiosos de la comunidad drusa han aplaudido la decisión de Damasco y ha afirmado que el objetivo es «detener el derramamiento de sangre» y «restaurar la seguridad y la estabilidad» tras los combates, antes de pedir a las facciones armadas que «cooperen» con las autoridades.

El propio Al Dalati ha aplaudido el comunicado de los líderes de la comunidad drusa, encabezados por el jeque Hikmat al Hijri, y ha esgrimido que es «una postura nacional responsable». Además, ha reclamado a los grupos armados que «entreguen sus armas a las autoridades competentes para preservar la paz social» y poner fin a los enfrentamientos, protagonizados por milicianos drusos y beduinos.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha cifrado este martes en 102 los muertos por los combates, entre ellos 61 drusos –incluidos dos niños–, 18 beduinos, 16 miembros de las fuerzas de seguridad y siete personas no identificadas «que vestían uniformes militares», al tiempo que ha cifrado en «decenas» los heridos, incluidas personas en estado crítico.

Las autoridades instauradas tras la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024 a causa de una ofensiva de yihadistas y rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS) han hecho frente a diversos problemas de seguridad, algunos de ellos de tinte sectario, pese a las promesas del nuevo presidente de transición y antiguo líder de HTS, Ahmed al Shara –antes conocido como Abú Mohamed al Golani–, para estabilizar la situación.

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