Publicado 19 Apr 2024 19:36 | Actualizado 19 Abr 2024 19:58

Recalcan que esta región es la única que no colabora con estos espacios y defienden su trabajo como motor económico y con bandas locales

La Asociación de Salas de Eventos y Música en Directo de Castilla-La Mancha, formada por ocho salas repartidas por toda la región, ha mantenido una reunión con la viceconsejera de Cultura del Gobierno autonómico, Carmen Olmedo, en lo que ha sido una primera toma de contacto en la que le han trasladado la necesidad de apoyo institucional de cara a preservar su trabajo en las ciudades, recalcando que en este territorio es el único donde estos espacios no cuentan con ayuda institucional.

La asociación castellanomanchega está formada por ocho salas, Círculo de Arte y Sala Pícaro de Toledo; Sala Óxido y Monkey Man de Guadalajara; The Rose en Yuncler (Toledo); Directo Cuenca; Zahora Majestic de Ciudad Real; y Sala Clandestino de Albacete.

En declaraciones a al término de la reunión, la presidenta de la entidad, Mónica Pérez, también gestora del Círculo de Arte de Toledo y de la Sala Pícaro, en la capital regional, ha apuntado que la reivindicación elevada a la mesa de la viceconsejera pasa por recalcar a las salas como espacios de cultura que hacen el papel de «germen de la música emergente» en la Comunidad Autónoma, y la intención del encuentro era «abrir puertas y buscar una colaboración directa con la asociación».

Después de una primera cita que ha tachado de «buen talante y muy agradable», ha admitido que la viceconsejera ha demostrado «que hay escucha», y eso es «importante». «Hemos notado que por lo menos se nos ha abierto la puerta».

Tras este punto de partida, ahora pretenden «colaboración y comunicación directa» con la Junta, toda vez que se trata de un sector que lleva 15 años operando en la Comunidad Autónoma, generando empleo y movimiento económico.

Ha resaltado que Castilla-La Mancha es «la única región que no tiene ningún tipo de ayuda», ni para salas ni para músicos, y se busca esa colaboración para «poder generar un circuito» que venga a apoyar la creatividad de las bandas castellanomanchegas que empiezan a foguearse en sus recintos.

Sugiere en este punto una ayuda «similar» a la que se presta en la Red de Teatros de Castilla-La Mancha, donde se apoya a la producción de obras autóctonas para su puesta en escena.

Tal y como ha defendido, son piezas importantes dentro de un ámbito de «turismo musical» que a su juicio «existe, pero no se palpa», ya que en las ciudades donde operan las salas de conciertos «se mueve gente todos los fines de semana».

Todo ello en un contexto de «dificultad» para las pequeñas salas, cuya función se ve entorpecida por la proliferación de grandes festivales.

«Somos espacios culturales y aquí estamos, llevamos años funcionando, la administración tiene que abrir los ojos, y esas ayudas que ya dan al teatro o la danza vengan también a las salas», ha enfatizado.

De otro lado, Daniel Pérez, gestor de la sala Óxido de Guadalajara y miembro de la asociación regional que representa al sector, ha puesto sobre el tablero la convivencia con los festivales de música, un nicho a veces explorado por las salas «por pura supervivencia».

Los macro eventos conllevan en la mayoría de los casos cláusulas que impiden a los grupos repetir bolo a una determinada distancia en un periodo de tiempo concreto, lo que limita en gran medida la capacidad de programación de las salas, algo que por la cercanía de Madrid «machaca continuamente» un modelo de negocio que apuesta por el terreno.

Las salas castellanomanchegas resisten y «mantienen una programación continua en el tiempo», un extremo que han querido reivindicar ante la viceconsejera.

«Seguimos luchando, la pandemia no pudo con nosotros y creemos que es el momento de que la administración se fije en lo que hacemos por nuestras ciudades, y que sepa que existimos», ha agregado.

Buscan con este contacto «reconocimiento» a un trabajo que apuesta por la escena local y «crea cantera» en el sector, «compaginando talentos jóvenes locales con artistas grandes». «A todo el mundo le gusta tocar en una sala llena, pero hasta que la gente te conozca, nosotros somos el trampolín», ha abundado.

Ha establecido diferencias con el producto más festivalero, defendiendo el concepto más íntimo de una sala, extremos que «no tienen nada que ver» y razón por la cual «hay que cuidar» a las salas.

Repitiendo el argumento de Mónica Pérez, ha afirmado que Castilla-La Mancha es la única región que no presta colaboración con un negocio «solvente y que se ha dejado la piel».

«Venimos a que nos reconozcan, a sacar músculo, a decir que estamos aquí. Nos lo merecemos por nuestra larga trayectoria», ha apuntalado.

El empresario musical añade que no pone horizonte temporal a los deberes puestos a la administración, pero agrega que mientras tanto ellos seguirán con su «dinámica de trabajo» esperando que la reunión dé sus frutos.

De su lado, preguntada por la reunión, la viceconsejera de Cultura, Carmen Olmedo, ha señalado en declaraciones a que desde su equipo agradecen el encuentro y las propuestas del colectivo, «siempre en pos de trabajar por el bien de la cultura y por el bien del sector que representan».

«Hemos tenido la oportunidad de hacer un recorrido por las salas que forman parte de esta asociación y sobre todo de diversas propuestas que nos han hecho como Gobierno regional de cara a futuras colaboraciones», apunta Olmedo, quien asegura que a partir de ahora se ponen «a disposición» de las salas «para concretar más los proyectos» surgidos en la conversación.

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