La Fiscalía mantiene su petición en el nuevo juicio con jurado por el crimen de la lotera de Albox

Publicado 2 Dec 2025 15:08

· Fuente: Europa Press
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ALMERÍA 2 Dic. –

La Fiscalía ha mantenido este martes su petición de 17 años de prisión para A.G.F. por un delito de homicidio y otro de robo con violencia al cerrar sus informes finales en la cuarta sesión del nuevo juicio con jurado, que se celebra desde el pasado jueves en la Audiencia Provincial de Almería por la muerte de una lotera ambulante de 75 años en Albox en septiembre de 2021.

El juicio se repite después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anulase el anterior veredicto, aunque en esta nueva vista los forenses han insistido en que la hora exacta del fallecimiento, que se situó entre las 3,00 y las 3,30 horas, resulta «difícil de establecer» por las condiciones en las que se encontró el cuerpo, el tiempo que permaneció al aire libre y su posterior paso por la cámara frigorífica.

El alto tribunal andaluz dejó sin efecto el primer veredicto de culpabilidad emitido en diciembre de 2024 al apreciar que el jurado no había explicado de forma suficiente por qué fijaba la muerte en la franja en la que el acusado no se encontraba ya bajo control policial tras el accidente de tráfico que sufrió esa noche, pese a que varios informes forenses situaban el fallecimiento en un intervalo posterior.

Durante su intervención, el fiscal ha subrayado que el caso presenta dos hechos principales –el robo y la posterior muerte de la víctima– y ha defendido que el móvil fue «la sustracción del bolso con dinero» que la mujer guardaba en casa por su actividad como vendedora de lotería.

En su exposición, ha recalcado que el acusado conocía a la lotera como vecina del barrio, que residía a escasos metros de su vivienda y que le había pedido dinero en varias ocasiones al saber que solía tener efectivo en el domicilio procedente de la venta ambulante de boletos.

Además, ha recordado que tras el suceso la vivienda no presentaba signos de forzamiento, que la víctima tuvo que abrir la puerta a «alguien de confianza» y que el bolso nunca apareció, igual que el dinero en metálico que aún no había entregado en la administración.

El fiscal ha sostenido que el acusado «no podía estar en otro lugar» en la franja que enmarca la sustracción del vehículo y el accidente de coche sufrido por A.G.F. entre las 4,00 y las 5,00 de la madrugada, un suceso que permitió a la Guardia Civil reconstruir sus movimientos durante la noche.

Asimismo, ha resaltado que A.G.F. habría actuado sin sus capacidades mermadas, al no quedar acreditado que estuviera bajo el influjo de sustancias en el momento de los hechos, y ha recordado que al acusado le constaban antecedentes por robo con fuerza.

La acusación particular ha respaldado esta versión y ha recordado que varios testigos situaron al acusado en distintos puntos del municipio aquella noche, entre ellos una sobrina de la víctima que, según los agentes, lo vio «gritando por las calles» y un vecino que aseguró haber oído una discusión en la puerta horas antes del hallazgo del cadáver.

En las sesiones iniciales se recogió también la versión de la defensa, que negó que el acusado estuviera en la vivienda a la hora del crimen y sostuvo que vivía cerca de la casa de la mujer, lo que justificaría que el teléfono se conectara al mismo repetidor que el de la víctima. Señaló, además, que en el entorno vivían otros toxicómanos y que el acusado la trataba «como a una abuela», hasta el punto de haberla ayudado a trasladar muebles.

La víctima presentaba múltiples heridas de arma blanca, incluida una sección de la vena yugular, y cortes en las manos que los forenses interpretaron como lesiones defensivas, compatibles con un intento de protegerse del ataque. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente, sobre las 14,00 horas.

Los especialistas explicaron que bajo las uñas aparecieron restos genéticos atribuidos a un varón y que, tras descartar a otras personas examinadas durante la investigación, esos perfiles coincidieron con la línea paterna del acusado, de modo que la Guardia Civil localizó ADN compatible con dicha línea en siete dedos de la víctima.

La defensa ha negado que ese hallazgo permita identificar de forma concluyente a A.G.F. y ha subrayado que no se detectó ADN autosómico, el único que permite «atribuir la autoría a una persona concreta», además de precisar que las comparativas practicadas no vincularon de manera directa al acusado, sino a su línea paterna, tras quedar excluidos otros familiares analizados. También ha insistido en que en la vivienda no se encontraron huellas, pisadas ni otros rastros que lo situasen en la escena del crimen.

El letrado ha subrayado, además, que los billetes analizados en el interior del coche tras el accidente no contenían restos de la víctima y que la estimación forense permite una franja horaria posterior al momento en el que A.G.F. había recibido asistencia sanitaria, argumentos con los que ha reiterado su solicitud de absolución. Tras los informes finales, el juicio ha quedado visto para veredicto.


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