Arquitecto de la Mezquita asegura que las obras de afianzamiento se encuentran «a más del 90% de su ejecución»

Publicado 5 Sep 2025 15:14

Anuncia que el Cabildo tiene proyectado un sistema de nebulización como el empleado en Notre Dame que «actúa como anti fuego»

Uno de los arquitectos conservadores de la Mezquita-Catedral de Córdoba Gabriel Rebollo ha informado que los trabajos de emergencia para garantizar la seguridad del conjunto monumental se encuentran «ejecutados en más de un 90%». Además, ha señalado que el Cabildo tiene previsto implementar un sistema de nebulización en todo el edificio, el cual «actúa como medida anti fuego».

En declaraciones a Europa Press Televisión, Rebollo ha detallado que los daños ocasionados por el incendio del pasado 8 de agosto se han concentrado en tres áreas específicas, entre ellas la cubierta de tres capillas y la del vestíbulo de la Puerta de San Nicolás. Según sus estimaciones, la superficie afectada «ronda los 80 metros cuadrados, lo que representa aproximadamente un uno por ciento del conjunto monumental de la Catedral. «El fuego se confinó en una zona muy pequeña; el verdadero riesgo era que pudiera haberse extendido», ha advertido.

En este sentido, ha precisado que algunas de las cubiertas colapsaron tras las llamas, mientras que otras han quedado «inutilizadas». No obstante, ha destacado que «la suerte» fue que las dos capillas más valiosas de la Mezquita-Catedral –la Capilla de San Nicolás y la del Espíritu Santo– cuentan con cubiertas de piedra que actuaron como barrera, soportando el peso de la estructura de madera que se cayó sobre ellas. Gracias a esto, ambas capillas «han sufrido realmente muy pocos daños».

La capilla que ha sufrido «más daños», ha explicado Rebollo, es una tercera con una bóveda de crucería construida en cañizo, sin capacidad estructural resistente, lo que provocó su colapso durante el incendio, dejando el habitáculo «a cielo abierto». No obstante, ha subrayado que el retablo de esta capilla casualmente ha sido el menos afectado por las llamas y el humo.

Asimismo, ha señalado un «último daño» registrado en la Catedral: una columna que, por el momento, permanece apuntalada para evitar riesgos de colapso estructural del edificio. Además, el humo causó el ennegrecimiento de varias bóvedas y otras zonas del edificio, que también están siendo objeto de restauración.

Esta primera fase está enmarcada en el proyecto de emergencia destinado a garantizar la seguridad tanto del edificio como de las personas. Según Rebollo, «está ejecutado en una proporción muy alta, más del 90 por ciento está asegurado».

Por otro lado, ha señalado que aún está pendiente la redacción de los proyectos de restauración, que permitirán evaluar y, en su caso, reparar otras áreas de la catedral afectadas por el incendio. «Lo que se ha perdido son cubiertas que fácilmente se pueden reconstruir, porque se colocaron hace unos seis años, y vamos a volverlas a hacer con algunos cambios técnicos, mientras que en las partes interiores vamos a restaurar los daños que hayan sufrido las capillas», ha apuntado.

En cuanto a las medidas de seguridad, Rebollo ha resaltado que «uno de los aspectos más efectivos han sido los protocolos» establecidos previamente, que permitieron una actuación rápida y colaborativa.

Preguntado por los incendios que se han producido en edificios históricos en los últimos tiempos, ha considerado que hay que «conservar y respetar el sistema constructivo y los materiales» con los que se hicieron originariamente los monumentos de estas características, aunque ello suponga «una debilidad».

«Estos edificios están llenos de cables que, aunque se revisan con mucha frecuencia», ha asegurado, advirtiendo de que «no existe riesgo cero». «Por ello, hay que reducir todos los riesgos lo máximo posible, dentro de las limitaciones existentes, mejorar los protocolos de intervención y aprender de los incendios ocurridos».

Por último, ha hecho referencia al sistema de nebulización que se proyecta implementar en los próximos años en todo el edificio. Este sistema, que se utilizó también en Notre Dame como «medida anti fuego», «aunque es caro, resulta muy seguro».

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