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Publicado 1 Aug 2025 16:49

El Grupo Popular en la Diputación de Guadalajara ha criticado que, más de un año después de que el presidente de la Diputación y alcalde de Mondéjar, José Luis Vega, iniciara un «oscuro procedimiento» para comprar con dinero de la institución provincial una bodega en su pueblo, esta misma semana haya ejecutado la operación.

En un comunicado, el PP ha explicado que, durante todo ese tiempo, «el empeño personal de José Luis Vega ha estado marcado por el escándalo que obligó a dar marcha atrás a dicho procedimiento gracias a las reiteradas denuncias públicas del Grupo Popular».

No obstante, «finalmente, Vega se ha salido con la suya y, aprovechando la época estival, convocó una Junta de Portavoces urgente, sin orden del día, para informar de esta compra, realizar una fotografía sin previo aviso y anunciar públicamente a través de una nota de prensa ‘el logro conseguido'».

Desde el Grupo Popular lamentan esta «utilización de los recursos públicos» para que «la Diputación ejecutara una maniobra de estas características para beneficiar al propio Vega consiguiendo su capricho personal e incidiendo en la obtención de rédito político donde es alcalde, aún con el coste económico que supondrá para la Institución, el peligroso precedente que siente y el agravio que supone para el resto de pueblos de la provincia», han indicado los ‘populares’.

Han recordado que «Vega se vio obligado a paralizar una primera licitación, por la que estaba dispuesto a pagar con fondos de la Diputación hasta 310.000 euros. La razón fue la denuncia del Grupo Popular en mayo de 2024 que alertaba de las sospechas de que dicha licitación podría haberse realizado a medida para la compra de un inmueble concreto ubicado en la localidad donde Vega es alcalde».

Ese inmueble es «el que finalmente ha terminado comprando, lo que viene a confirmar las sospechas del PP, que ya avisaba que esa cantidad de 310.000 euros no estaba justificada puesto que no existía tasación alguna, lo que hacía sospechar que podría haber sido negociado previamente con una propietaria concreta».

Después de paralizar este proceso, la Diputación volvió a licitar la compra del inmueble, pero esta vez se vio obligada a incluir una valoración económica por parte de los técnicos sobre la propuesta que fuese seleccionada, la cual cifraron en 220.000 euros, «80.000 euros menos de lo que Vega podría haber estado dispuesto a pagar. Este proceso quedó desierto y el cartel de ‘Se vende’ que había sido retirado de la puerta de la bodega una vez iniciado el primer proceso, volvió a aparecer».

La secuencia de los hechos ha dado un giro al comunicar la Diputación que la propietaria ha fallecido, y los herederos han mostrado su interés en reabrir el proceso y aceptar el precio que parecía no aceptar la propietaria.

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