CMancha.-El Sescam crea la Comisión Central de Salud Digital para garantizar la eficiencia de las políticas tecnológicas

Publicado 8 Aug 2025 14:23

CIUDAD REAL 8 Ago. –

El Sindicato de Enfermería (Satse) ha reclamado al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha una respuesta firme ante las contínuas agresiones que sufren los profesionales sanitarios, y que ponga en marcha todos los mecanismos necesarios para evitar este tipo de incidentes.

«Las últimas agresiones, como las del Centro de Salud de Madridejos y la de Ciudad Real, son solo una pequeña muestra del clima de inseguridad que sufren los profesionales durante el desarrollo de su trabajo», ha denunciado en nota de prensa el sindicato, que ha instado a los profesionales sanitarios a que denuncien todas las agresiones, tanto físicas como verbales, como mejor instrumento para disuadir a los posibles agresores, así como para que se refuercen las medidas de seguridad en los centros.

«Es intolerable que los profesionales sanitarios continúen sufriendo agresiones, ya sean físicas o verbales, cuando están trabajando para ofrecer la mejor atención sanitaria posible a los ciudadanos», ha denunciado Satse, que ha reclamado una norma que garantice una actuación conjunta y coordinada –prevención, formación, información y atención– en los servicios de salud de todas las comunidades autónomas para acabar con las agresiones a los profesionales.

Satse ha denunciado la agresión sufrida por una enfermera el pasado lunes, 4 de agosto, cuando realizaba su trabajo en el Centro de Salud 2 de Ciudad Real.

Según informa, los hechos sucedieron durante la jornada asistencial cuando una paciente que iba a acompañada de su pareja y que tenía cita con la enfermera a las 10.30 horas de la mañana se negaba a esperar su turno porque alegaba que tenía cita a las 10.00 horas.

Fue al decirles que esperaran a la hora de su cita cuando comenzaron a realizar comentarios despectivos sobre el trabajo de los profesionales sanitarios.

Ya en la sala de espera siguieron elevando el tono de voz y pasaron entonces a la consulta de una médico con tono muy agresivo y amenazas.

Tras valorar la médico que no precisaban de atención médica de urgencia acudieron de nuevo a la consulta de la enfermera, continuando con el tono de voz elevado y con comentarios intimidatorios lo que obligó a la enfermera a salir de la consulta para buscar ayuda.

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