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Publicado 4 Jul 2025 19:03

CIUDAD REAL 4 Jul. –

La propuesta de ‘Estabilización del sistema de cuevas antrópicas urbanas’ de Tomelloso (Ciudad Real), desarrollada por el equipo Aguado+Vellés+Aperte, ha sido galardonada con el Premio Profesión en los Premios Arquitectura 2025 que otorga el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE).

Este galardón, según informa el Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha (Coacm), reconoce la aportación ética, técnica y profesional de arquitectos y arquitectas, así como el impacto de su trabajo en la sociedad.

En esta ocasión, se ha premiado una solución ejemplar, desarrollada íntegramente en Castilla-La Mancha, que une rigor científico, compromiso social y una brillante respuesta estructural a un problema real y urgente.

El proyecto premiado responde a la necesidad de estabilizar más de 2.000 cavidades subterráneas bajo el suelo urbano de Tomelloso, muchas de ellas en estado de deterioro.

Tras varios colapsos recientes de estas cuevas-arenero, el Ayuntamiento firmó un convenio con la Universidad de Castilla-La Mancha para abordar el problema.

El resultado es un sistema innovador basado en técnicas tradicionales reinterpretadas, con pilares de geometría eficiente construidos con ladrillo macizo, hormigón de cal y áridos locales, que permite la estabilización de las cavidades mediante soluciones accesibles, de bajo impacto ambiental y alta replicabilidad.

El jurado destacó el proyecto por su «elegante y acertada solución estructural» y por la forma en que el espacio creado «trasciende al que se encontró», subrayando también la generosidad de los autores.

Para el jurado, este proyecto no solo resuelve un problema de seguridad, sino que lo convierte en una oportunidad de regeneración urbana y patrimonial, aportando al bien común un espacio seguro, bello, identitario y disponible.

El arquitecto José Antonio Aguado, profesor de la Escuela de Arquitectura de la UCLM y cabeza visible del equipo, tras recoger el galardón, ha subrayado que lo más valioso del proyecto no es solo la estabilización de las cuevas, sino la oportunidad que ha generado.

«Tradicionalmente, este problema se resolvía simplemente rellenando las cuevas con hormigón o con cualquier otro material, una solución cara y sin retorno, donde el dinero se perdía sin más. Aquí, en cambio, no solo estabilizamos, sino que además descubrimos un nuevo espacio, seguro, económico y con posibilidades de otros usos futuros, aprovechando los materiales propios del lugar».

El arquitecto explicó también que la forma de los pilares no obedece a criterios estéticos, sino a un riguroso análisis estructural.

«No es un capricho formal. Es la forma más eficiente que hemos encontrado, la que mejor funciona estructuralmente y, además, la que permite ahorrar más material. Como teníamos un presupuesto muy limitado, no nos quedaba más opción que pensar mucho cada solución.

Ese ha sido nuestro lema en este trabajo».

Por último, Aguado se mostró especialmente satisfecho de que Castilla-La Mancha haya logrado este reconocimiento nacional.

«Este proyecto quiere ser el primero de muchos, no solo por la posibilidad de repetirlo en otros casos, que ojalá podamos, sino porque representa una nueva manera de intervenir en zonas con problemas muy serios, como Tomelloso y otros municipios cercanos.

De hecho, hay muchas localidades en La Mancha con situaciones similares. Nuestra intención es que sirva de ejemplo y punto de partida para futuras actuaciones», ha terminado.

La decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La y vicepresidenta segunda del CSCAE, Elena Guijarro, resaltó la importancia de este premio. «Los arquitectos no solo diseñamos, sino que también somos profesionales competentes en el cálculo estructural y la solución de problemas complejos en el territorio, desde nuestra visión integral del proyecto, como subraya con claridad la concesión del premio».

Guijarro se ha mostrado convencida de que este galardón supone un reconocimiento a la arquitectura útil, ética y comprometida.

«Castilla-La Mancha demuestra que desde lo local se puede innovar, liderar y resolver problemas reales con inteligencia técnica y sensibilidad territorial. Felicito a todo el equipo y reafirmo que los arquitectos de nuestra tierra están preparados para aportar mucho al presente y al futuro», añadió Guijarro.

El CSCAE también ha otorgado el Premio Lluís Comerón Graupera a la figura del arquitecto voluntario, destacando la labor realizada por profesionales de la región en situaciones de emergencia, como la DANA de 2024, especialmente en los municipios de Mira (Cuenca) y Letur (Albacete).

Ana Teresa García, arquitecta albaceteña y responsable de la Agrupación de Emergencias del Coacm, fue la encargada de recoger el galardón en representación de los arquitectos voluntarios de Castilla-La Mancha.

El jurado de esta edición estuvo presidido por Elena Guijarro, en este caso en su condición de vicepresidenta segunda del CSCAE, e integrado por destacados profesionales del sector.

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