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Publicado 9 Nov 2025 11:01

· Fuente: Europa Press

ALCÁZAR DE SAN JUAN, 9 Nov. –

Alcázar de San Juan, capital de La Mancha, sigue ensanchando su vitola de núcleo de atracción de turistas en el corazón de la región, y lo hace sumando visitas y ampliando su oferta para ir más allá de su patrimonio monumental e histórico, apoyándose en vino, gastronomía y un amplio catálogo de propuestas desestacionalizadas a lo largo de los doce meses del año para erigirse como icono de toda una comarca.

La alcaldesa de la localidad, Rosa Melchor, ha desgranado en conversación con Europa Press la paleta de colores con la que Alcázar pinta el lienzo de su oferta turística, empezando por citar iglesia de Santa María La Mayor, donde se custodia la pila bautismal donde, tal y como defiende la regidora, fue bautizado el escritor Miguel de Cervantes. Uno de los templos más antiguos de toda la región y que cumplirá en 2026 ocho centurias como parroquia. Una conmemoración que se vivirá en Alcázar «por todo lo alto», tal y como ha avanzado la regidora.

Construida sobre una antigua mezquita, mezcla varios estilos arquitectónicos, desde su ábside románico hasta sus restos visigodos en sus muros; sumando una capilla mudéjar con restos de yeserías policromadas y barroco en el altar mayor y en el Camarín de la Virgen.

Hay más. La Posada de Santo Domingo es un conjunto formado por una casa noble del siglo XVI y una ermita adosada. El edificio alberga actualmente el Museo Municipal, que contiene la colección pictórica y la exposición permanente de arqueología de la ciudad.

Suma en la despensa de su patrimonio el Palacio del Gran Prior, donde lo que más destaca del conjunto palaciego es el Torreón del Gran Prior, una torre almohade del siglo XIII y que completó su construcción a principios del siglo XVII.

Alcázar de San Juan sigue añadiendo monumentos a su mapa turístico, como el recientemente creado Pozo de los Deseos que afloró tras unas obras en la plaza de Santa María.

Recurso recién nacido pero que ya se ha convertido en un icono «donde poder echar una moneda y pedir un deseo que, estoy segura, se acabará cumpliendo», ha manifestado Melchor.

Un patrimonio para ofrecerse al visitante que va más allá de lo ya construido, y es que una de las ambiciones intactas de la alcaldesa pasa por conseguir apuntalar la oferta de tren turístico desde Madrid, un ‘Tren de Cervantes’ que recale en la capital de La Mancha más allá de las dos citas anuales con las que ya cuenta.

«Queremos más frecuencia y para eso queremos tener nuestro propio tren y, para eso, el principio es tener dónde guardarlo», ha afirmado.

Para conseguirlo, hay que seguir desarrollando el proyecto del Museo del Ferrocarril, una infraestructura turística y cultural que servirá, además, para poder guardar el tren completo que conecte Madrid con Alcázar.

Un trabajo que ya se ha avanzado de la mano de la Fundación de Ferrocarriles de España y que está a expensas de conseguir una subvención que «permita desarrollar una obra de restauración de las naves del siglo XIX» que atesora Alcázar de San Juan, antiguas naves de remolcado «que ya son un museo con solo verlas».

Para acometer las actuaciones precisas, el Ayuntamiento «sigue pendiente» de conseguir financiación, bien por la vía del 2% del PIB para cultura «o alguna otra ayuda a nivel nacional para poder arrancar de una vez por todas».

Y es que, en la actualidad, las naves están alquiladas a Adif y ya están a disposición del Ayuntamiento, incluso con la disponibilidad de poder intervenir en ellas. «En el momento que tengamos financiación, podríamos comenzar».

«Hay que hacer una limpieza completa, una adaptación para que sea un buen museo, y que después tenga todas las garantías para que puedan venir visitantes. Es una obra bastante grande, y para empezar necesitaríamos un millón o un millón y medio», calcula la primera edil.

Restaurar, rehabilitar y adaptar el edificio antes de musealizar son los pasos que restan, si bien en todo caso «no suponen una inversión demasiado alta».

Todo ello teniendo en cuenta que el inmueble centenario, por sí solo, «ya es una maravilla» y merece la pena una visita, según defiende la regidora alcazareña.

Una de las bondades del calendario turístico de Alcázar de San Juan es que presenta actividades todo el año, desestacionalizando la actividad turística.

En varias de las hojas del calendario de actividades se coloca el vino como protagonista y la gastronomía por extensión. Así, en el mes de marzo tiene lugar la multitudinaria cata a ciegas bajo el epígrafe ‘Mil no se equivocan’, en el que un millar de asistentes hacen de jueces de los mejores vinos de la comarca.

Una cita que consigue, por un lado, dar salida a gran cantidad de vino local y, por otro, darse a conocer a un público que de otra manera nunca habría tenido conocimiento de la calidad de las marcas que se exponen.

Apenas un mes después, la Feria de los Sabores irrumpe en la primavera, con ejemplos más allá del vino y del queso en una mesa que se abre también a miel, berenjenas, encurtidos o conservas. «Mucha variedad y por supuesto nuestro plato tradicional, las gachas». Una cita anual que se acompaña de espectáculos gastronómicos, talleres y conciertos.

El verano llega con los Moros y Cristianos, una fiesta que hace 40 años lo era exclusivamente del barrio de Santa María y que «se ha traducido en una fiesta de Interés Turístico Regional» que distingue también a la ciudad.

Sin dejar la continua programación cultural, la Feria de la primera semana de septiembre enseña el camino de la celebración de la patrona, la Virgen del Rosario, el primer domingo de octubre, con su ofrenda floral y procesión.

Tras estos hitos, «se comienza a conmemorar todo aquello que relaciona a Alcázar con el vino y la gastronomía».

Así, «la primera o segunda semana de noviembre» se conmemora el bautizo de Miguel de Cervantes, «fechado un 9 de noviembre» en Alcázar de San Juan. Se recrea el bautizo y se recorre la ciudad a golpe de lectura del Quijote teatralizada y sin dejar de lado el vino.

Es el mismo mes en el que se realiza la festividad en torno al guiso de las Bodas de Camacho, «que ya se ha convertido en un clásico» que llena bares y restaurantes. Pelotillas, pan, jamón, ajo y perejil para seguir llenando Alcázar de turistas.

Diciembre llega, y mientras el resto del mundo se prepara para Navidad, Alcázar de San Juan lo hace también para su Carnaval. Una liturgia en dos actos, antes de Nochebuena y después.

Otra de las fiestas alcazareñas que su alcaldesa ha querido destacar es la Fiesta de la Molienda Nocturna, «un espectáculo que aúna los cinco sentidos», desde el sonido de la piedra del molino al hacer su función «hasta el olor del propio grano cuando se convierte en harina».

También en verano hay tiempo para La Noche del Patrimonio, donde se abren «de par en par» todos los recursos turísticos de la ciudad de manera gratuita y en horario nocturno.

Con 600 plazas de hotel vigentes, la alcaldesa apunta que hay varios ‘overbooking’ a lo largo del año, no solo con los hitos turísticos, sino además con la fuerte actividad cultural o deportiva que acoge la ciudad durante los doce meses del año.

Rosa Melchor luce orgullo de pueblo y lo hace, en ocasiones, como fotógrafa improvisada de turistas. «Lo hago con todo el gusto del mundo y me resulta muy agradable. A veces cruzo por la plaza o por cualquier otro lugar emblemático, y alguien me pide una foto. Normalmente suelo presentarme y hasta les hace ilusión que sea la alcaldesa quien eche la foto», presume. Una masa de turistas que, según sus cálculos, ya alcanza un 20% de población extranjera.

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