Pakistán confirma la ruptura de las conversaciones con los talibán tras el conflicto fronterizo

Publicado 29 Oct 2025 14:07

· Fuente: Europa Press

Islamabad critica la postura de Afganistán y amenaza con una dura respuesta militar en caso de guerra abierta

El Gobierno de Pakistán ha anunciado que las negociaciones en Turquía con las autoridades instauradas por los talibán en Afganistán tras la toma de Kabul en agosto de 2021 se han saldado sin un acuerdo, tras varios días de contactos para intentar un alto el fuego duradero y una solución política a la reciente crisis, marcada por unos enfrentamientos transfronterizos que dejaron decenas de muertos en ambos países.

El ministro de Información paquistaní, Ataulá Tarar, ha indicado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social X que «el diálogo no ha permitido alcanzar una solución viable» y ha cargado contra la delegación de los talibán por «desviarse del asunto central», que sería la exigencia de Islamabad de que actúe contra el grupo armado Tehrik-i-Taliban Pakistan (TTP), conocido como los talibán paquistaníes.

«Desde que se hicieron con el control en Kabul, Pakistán ha interactuado en repetidas ocasiones con el régimen de los talibán afgano sobre el persistente terrorismo transfronterizo por parte del grupo respaldado por India Fitna al Juarij –en referencia al TTP) y Fitna al Hindustan –en referencia al Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA)–«, ha dicho, antes de criticar «el continuado apoyo del régimen talibán a terroristas antipaquistaníes».

«Dado que el régimen de los talibán no tiene responsabilidad hacia el pueblo de Afganistán y florece en la economía de guerra, desea arrastrar y sumir al pueblo afgano en una guerra innecesaria», ha sostenido Tarar, quien ha destacado que «Pakistán siempre ha deseado, abogado y se ha sacrificado de forma inmensa por la paz y la prosperidad del pueblo de Afganistán».

En este sentido, ha destacado que Islamabad decidió «dar una oportunidad a la paz» y abrir negociaciones con los talibán, primero en Doha y luego en Estambul, «con un único punto en la agenda». «Solicitar acciones del régimen de los talibán afganos para evitar el uso de territorio afgano por parte de estas organizaciones terroristas como bases logísticas y de entrenamiento antes de perpetrar actividades terroristas en Pakistán», ha especificado.

Tarar ha dado las gracias a ambos países por «facilitar el diálogo» y por «sus esfuerzos sinceros para convencer al régimen de los talibán afganos para dejar de usar a gentes terroristas como palanca como Pakistán», al tiempo que ha destacado que Islamabad ha presentado «pruebas irrefutables» sobre estos lazos. «La parte afgana siguió desviándose del asunto central, evitando el punto central sobre el que se inició el diálogo», ha lamentado.

«En lugar de aceptar cualquier responsabilidad, recurrieron a un cruce de acusaciones, desviaciones y engaños», ha criticado el ministro de Información paquistaní, quien ha adelantado que Islamabad «seguirá adoptando todas las medidas posibles para proteger a la población frente a la amenaza del terrorismo». «Usaremos todos los recursos necesarios para diezmar a los terroristas, sus bastiones y a los que les apoyan y respaldan», ha apostillado.

Por su parte, el ministro de Defensa de Pakistán, Jauaja Asif, ha cargado contra las «declaraciones venenosas por parte de altos cargos afganos» durante los contactos y ha apuntado que dichas declaraciones «reflejan claramente la mentalidad tortuosa y fragmentada del régimen talibán».

«Pakistán no necesita emplear ni una fracción de su arsenal para eliminar totalmente al régimen talibán y llevarlos de vuelta a esconderse en cuevas. Si quisiéramos, las escenas de su destrucción en Tora Bora, con el rabo entre las piernas, sería un espectáculo para los pueblos de la región», ha amenazado a través de su cuenta en X.

De esta forma, ha sostenido que «es triste ver al régimen talibán empujando ciegamente a Afganistán a otro conflicto solo para mantener un poder usurpado y la economía de guerra que los sostiene». «Pese a ser perfectamente conscientes de sus limitaciones inherentes y lo vacío de sus cánticos de guerra, redoblan los tambores de la guerra para mantener una fachada que se derrumba», ha explicado.

«Si el régimen talibán afgano está empeñado, con una locura desmedida, en arruinar una vez más a Afganistán y a su pueblo inocente, que así sea. Sobre la narrativa del ‘cementerio de imperios’, Pakistán no afirma ser un imperio, pero Afganistán seguro que es un cementerio, especialmente para su propio pueblo», ha reseñado.

Asif ha ironizado así con el nombre con el que es conocido Afganistán tras la expulsión de las tropas soviéticas y estadounidenses y ha dicho que «nunca fue un cementerio de imperios, sino un patio de juegos para imperios». «Los belicistas en el seno del régimen talibán, que tienen interés en la continuación de la inestabilidad en la región, deberían saber que han leído mal nuestra determinación y valentía», ha advertido.

«Hemos soportado su traición y su burla durante demasiado tiempo, pero ya es suficiente. Cualquier ataque terrorista y atentado suicida en Pakistán derivará en un sabor amargo por estas temeridades. Tengan claro que si ponen a prueba nuestra determinación y capacidades, en caso de que deseen hacerlo, será a costa de peligro y desastre para ellos», ha amenazado.

Las autoridades afganas no se han pronunciado sobre el colapso de las conversaciones en Estambul, si bien la cadena pública afgana, RTA, ha publicado una pieza en la que afirma que las conversaciones se han zanjado sin progresos debido a las «demandas poco razonables» desde Islamabad, incluidas «garantías por parte de Afganistán sobre que no habrá ataques en su territorio».

«La delegación afgana respondió diciendo que TTP es un problema interno e histórico de Pakistán y afirmó que el territorio afgano nunca será usado contra Pakistán o cualquier otro país», ha informado, antes de señalar que los talibán pidieron a Islamabad que «eviten que Estado Islámico y otros grupos extremistas usen su territorio para llevar a cabo ataques en Afganistán, respeten el espacio aéreo afgano y separen claramente los problemas políticos de las relaciones comerciales».

En este sentido, la citada cadena, que a menudo publica la versión oficial de los fundamentalistas, ha resaltado que los talibán «recalcaron su compromiso con la estabilidad regional y el respeto mutuo y subrayaron que un diálogo constructivo debe estar fundamentado en la justicia y unas expectativas realistas».

Por ahora no está claro si seguirá en pie el acuerdo de alto el fuego alcanzado tras los enfrentamientos desatados el 9 de octubre tras una serie de explosiones en la capital, Kabul, que los talibán achacaron al Ejército de Pakistán.

Los ataques habrían tenido como objetivo al líder de TTP, Nur Wali Mehsud, quien habría sobrevivido al bombardeo, que coincidió con una visita a India del ministro de Exteriores afgano, Amir Jan Mutaqi, y que llevó a los talibán a lanzar una contraofensiva en varios puntos de la frontera que derivó en varios días de combates.

Ambos países alcanzaron posteriormente un acuerdo de alto el fuego temporal de 48 horas que fue renovado el 19 de octubre tras los contactos en Doha, también mediados por Qatar y Turquía. Los pasos fronterizos siguen cerrados a raíz de los combates, que dejaron cerca de 50 civiles muertos en Afganistán, sin datos sobre bajas entre los talibán, y 23 militares muertos en Pakistán, sin informaciones sobre víctimas civiles.

La zona fronteriza ha sido desde hace años escenario de inseguridad, especialmente a causa de los ataques por parte de TTP, en medio de acusaciones de Islamabad a India y los talibán afganos por su presunto apoyo a la organización, algo rechazado desde Nueva Delhi y Kabul. Islamabad ha llevado a cabo varios ataques aéreos contra territorio afgano en los últimos meses alegando que actúa contra el citado grupo.

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