El gobernador de Darfur acusa al Ejército sudanés de retirarse de la región en plenos combates contra las RSF

Publicado 2 Aug 2025 14:27

Minni Minawi denuncia una «indiferencia sistemática» de los militares tras sus victorias en Gezira y Jartum

El gobernador de la región sudanesa de Darfur, Minni Minawi, ha acusado al Ejército de retirarse de todo el oeste del país para dejarlo en manos de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que están aprovechando el vacío militar para consolidar su poder en la zona.

En un duro discurso lanzado ante líderes tribales en la ciudad de Puerto Sudán, donde el Ejército estableció su base de operaciones al poco de comenzar la devastadora guerra en abril de 2023, Minawi ha exigido a los militares que no se conformen con sus recientes victorias en el céntrico estado de Gezira y en la capital, Jartum.

«Aquí hay altos cargos del Ejército que se creen que la guerra fuera de Jartum no importa», ha lamentado Minnawi, cuyas milicias colaboran con el Ejército en la ciudad de El Fasher, en el estado de Darfur Norte (y capital histórica de la región) frente al asedio de las RSF.

Los campamentos de desplazados de los alrededores, como el de Zamzam, han sido durante meses escenario de atrocidades, hambruna y, finalmente, un éxodo de cientos de miles de personas. Darfur es además escenario histórico de enfrentamientos comunitarios que se han reactivado con el conflicto armado.

«Este tipo de pensamiento», ha proseguido Minawi en declaraciones recogidas por Sudan News Network, «afecta negativamente a los responsables de la toma de decisiones y refleja una indiferencia sistemática hacia el sufrimiento de millones de sudaneses en zonas de conflicto».

El gobernador ha insistido en que «la guerra fuera de Jartum no es menos importante que la de cualquier otra región, y que Sudán no será estable a menos que todas sus regiones reciban un trato igualitario».

A tal punto ha llegado el dominio regional de las RSF que los paramilitares eligieron la ciudad de Nyala, la capital de Darfur Sur, para anunciar la composición de su nuevo gobierno paralelo, la llamada Alianza Fundadora de Sudán o Tasis, en lo que el gobernador describió como un intento para dividir el país con la complicidad de potencias extranjeras, en una velada referencia a Emiratos Árabes Unidos.

El Gobierno emiratí ha sido acusado por Sudán de proporcionar respaldo a las RSF para proteger sus intereses económicos en el país y, en términos ideológicos, para eliminar a elementos islamistas todavía presentes en las filas militares, producto de los años de dictadura del expresidente Omar al Bashir, cuya caída en 2019 representó el comienzo de una espiral de violencia y de una transición política fallida que ha terminado desembocando en este conflicto.

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