Bosnia alerta de que las políticas que causaron el genocidio de Srebrenica no han desaparecido 30 años después

Publicado 11 Jul 2025 14:01

MADRID 11 Jul. –

El presidente bosniaco de Bosnia y Herzegovina, Denis Becirovic, ha advertido este viernes contra la «relativización» del genocidio del pueblo bosnio y ha asegurado que las políticas que derivaron en aquellos crímenes no han desaparecido todavía. «Sólo un Estado fuerte puede detenerlo», ha señalado con motivo del 30 aniversario de la masacre de Srebrenica.

«Las políticas que llevaron al genocidio siguen siendo una amenaza. No hemos eliminado el peligro de un nuevo genocidio. Solo un Estado fuerte puede detener estos crímenes», ha dicho Becirovic, miembro bosniaco de la terna presidencial que comparte la Jefatura de Estado en Bosnia y Herzegovina.

Becirovic ha denunciado también que desde Serbia se ha venido «relativizando» lo que ocurrió hace ahora 30 años en esta localidad situada en República Srpska, la entidad serbia del país, donde se produjo la masacre de 8.000 personas.

«Presenciamos una propaganda monstruosa contra Bosnia y Herzegovina, un socio fiable en la coalición global. El genocidio contra los bosnios no fue una coincidencia histórica, fue financiado y brutalmente perpetrado», ha recordado durante su discurso en Centro Conmemorativo de Potocari.

El presidente bosnio ha apuntado hacia Belgrado como centro desde el que se perpetró la masacre y ha afeado que 30 años después «hay quienes no quieren oír hablar del papel de los líderes serbios» en lo ocurrido, al mismo tiempo que se ha reactivado la «demonización» de los bosnios ante Occidente.

Por su parte, el alto representante para Bosnia y Herzegovina –encargado de supervisar que se apliquen los acuerdos de Dayton de 1995–, Christian Schmidt, ha incidido en el «ejemplo» y la «valentía» que han demostrado supervivientes y víctimas, así como en su determinación para «construir un futuro mejor».

«La negación del genocidio, el odio por motivos nacionales a la idea de la supremacía nacional y religiosa no deben tener cabida en este país», ha dicho.

La ceremonia de este año está marcada además por la recuperación de los restos mortales de siete personas que fueron víctimas de la masacre. Sin embargo, el destino de más de 1.000 personas aún se desconoce. «Es una mancha en la conciencia de la humanidad», ha lamentado Schmidt.

El 11 de julio de 1995 tuvo lugar en territorio europeo la mayor masacre desde la II Guerra Mundial con la ejecución sumaria de 8.300 civiles musulmanes bosnios a manos de la tropas del Ejército de la República Srpska, surgida tras la compleja realidad del conflicto bélico en Yugoslavia.

La masacre de Srebrenica fue tanto una atrocidad como un fracaso absoluto de la comunidad internacional, un mensaje que ha perdurado a lo largo de los años y del que se han vuelto a hacer eco las numerosas personalidades que ha acudido este viernes a rendir tributo a las víctimas de aquel genocidio.

«No hay cabida, ni en Europa ni en ningún otro lugar, para la negación del genocidio, el revisionismo ni la glorificación de criminales», ha dicho el presidente del Consejo Europeo, António Costa, quien ha respaldado las aspiraciones europeístas de Bosnia y Herzegovina. «Creemos que pertenece a la UE», ha dicho.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha señalado que el genocidio de Srebrenica es uno de sos «acontecimientos de la historia» que «proyectan una sombra que se extiende a lo largo de generaciones».

«Es nuestro deber recordar y preservar la verdad, para que las generaciones futuras sepan exactamente qué sucedió», ha dicho Von der Leyen, quien ha recordado como estas miles de víctimas fueron ejecutadas y enterradas en fosas comunes en aquellas ‘zonas seguras’ designadas por Naciones Unidas

«La Unión Europea nunca olvidará lo que ocurrió en esta ciudad. Reconocemos nuestro pasado y nuestra responsabilidad por no haber logrado prevenir ni detener el genocidio. Jamás permitiremos que se reescriba la historia», ha expresado.

Von der Leyen también ha apelado a la responsabilidad de los líderes de la región para que trabajen en el reconocimiento de las víctimas y en la reconciliación. «Este es el único camino hacia un futuro más brillante y próspero para la próxima generación», ha enfatizado.

Un cuarto de siglo después, el desarrollo de los acontecimientos arroja un resultado esquivo. Los dos máximos responsables de la matanza, el líder político de los serbobosnios Radovan Karadzic y el ejecutor directo de la operación, el comandante Ratko Mladic, fueron condenados a cadena perpetua.

Sin embargo, son solo la punta del iceberg. Decenas de implicados han escapado impunes mientras las autoridades serbias, por su parte, siguen manteniendo su negativa a reconocer la masacre de Srebrenica como un genocido.

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