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Publicado 9 Nov 2025 06:03

· Fuente: Europa Press

MADRID 9 Nov. –

El Gobierno de Filipinas ha puesto este sábado a al menos 54 provincias en alerta máxima después de que el tifón ‘Kalmaegi’ (Tino) –que ha dejado ya más de 200 muertos y ha forzado la declaración del estado de calamidad– haya evolucionado a la categoría de ‘supertifón’, según el Servicio Atmosférico, Geofísico y Astronómico filipino (Pagasa), que ha alertado de lluvias torrenciales, intensas ráfagas de viento y marejadas ciclónicas de hasta tres metros de altura.

En torno a las 07.00 horas (hora local), el también conocido como tifón ‘Uwan’ –denominado internacionalmente Fung-Wong– ha alcanzado esta categoría registrando rachas de viento de entre 185 y 230 kilómetros por hora, lo que ha llevado a incrementar los niveles de alerta en algunos puntos del país debido a «vientos extremadamente fuertes que representan un peligro directo para la vida», según datos de Pagasa recogidos por el diario ‘The Manila Times’.

Desde el viernes, se fueron activando alertas de tifón en distintas zonas de Luzón y Visayas, mientras que el ahora ‘supertifón’ continuaba avanzando sobre el mar de Filipinas y acercándose a la región de Bicol.

Ahora, de acuerdo con el último boletín emitido por Pagasa, la señal de alerta ha alcanzado ya el nivel 5 –el máximo– en algunos territorios como las islas Polillo, el norte de Camarines Norte, la parte oriental de Camarines Sur y Catanduanes.

Se prevé que el centro del ojo de este ‘supertifón’ pase cerca de Catanduanes durante la mañana de este domingo, tocando tierra en Aurora entre la noche del mismo y día y la mañana del lunes siguiente, con vientos que podrían alcanzar los 195 kilómetros por hora. No obstante, cabe la posibilidad de que el sistema se debilite –bajando nuevamente a la categoría de tifón– al atravesar las montañas del norte de Luzón y previa su emergencia al el mar.

Posteriormente, ‘Kalmaegi’ saldrá del área de responsabilidad de Filipinas el martes, regresando al límite noroeste el jueves, atravesando Taiwán y saliendo definitivamente del país el viernes, de acuerdo con las previsiones meteorológicas de Pagasa recogidas por el portal Inquirer.net.

Entretanto, la Oficina de Defensa Civil (OCD) del país ha instado a la población a seguir una serie de medidas de evacuación preventiva, ante la amenaza que representa el tifón, que podría seguir afectando directamente a hasta 54 provincias, incluyendo la región metropolitana de Manila, en los próximos días. Desde la OCD estiman que este fenómeno podría afectar en total a más de 60 millones de personas, apunta el mismo medio.

Por ello, se han ya iniciado evacuaciones preventivas en comunidades de bajo nivel y alto riesgo y se ha recomendado a los habitantes cercanos a los ríos limpiar sus áreas, y a quienes viven en zonas propensas a deslizamientos, no regresar a sus hogares hasta que las autoridades lo consideren seguro.

En este contexto, el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., declaró este pasado jueves –mediante la Proclamación 1077– el estado de calamidad nacional por un año con el fin de «agilizar las labores de rescate, recuperación, asistencia y rehabilitación» tras los daños ocasionados por el tifón Tino.

El objetivo de esta medida, en vigor desde el momento mismo de su proclamación, es facilitar una respuesta humanitaria más rápida y coordinada, tanto del Gobierno como del sector privado, en las zonas afectadas.

A este fin, las autoridades nacionales y locales podrán emplear los fondos necesarios para ejecutar programas de socorro, reconstrucción y rehabilitación, así como garantizar la provisión de servicios básicos a las comunidades desplazadas.

Además, se ha instruido a las fuerzas del orden para que, con apoyo de las Fuerzas Armadas de Filipinas, se encarguen de garantizar el orden y la seguridad en las zonas más afectadas.

Marcos aprobó la recomendación del Consejo Nacional de Reducción y Gestión del Riesgo de Desastres (NDRRMC) de declarar dicho estado en respuesta a las lluvias intensas, inundaciones generalizadas y deslizamientos de tierra que se han saldado con hasta 204 muertes, así como con miles de desplazamientos y daños severos para la agricultura y la infraestructura del país.

El estado de calamidad tendrá una duración de un año, salvo que el presidente decida levantarlo antes, según lo establecido en la citada proclamación.

El Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC) ha indicado en un balance publicado este sábado que –hasta la fecha– se han registrado 204 víctimas mortales, de las cuales la gran mayoría se han constatado en la isla de Cebú, situada en la región de las Bisayas Centrales.

De momento, más de un centenar de personas continúan en paradero desconocido, la mayoría de ellas en Cebú. No obstante, las cifras podrían ir variando a medida que se identifican los cuerpos y se llevan a cabo las labores de búsqueda y rescate, según informaciones de la cadena de televisión ABS-CBN.

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