García Montero reivindica a Machado en el paso a una poesía «comprometida con el lenguaje cívico de la realidad»

Publicado 19 Aug 2025 16:18

El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha reivindicado este martes la figura de Antonio Machado «como poeta en el paso de una poesía modernista a una comprometida con el lenguaje cívico de la realidad».

Así lo ha indicado en una entrevista a Europa Press en Baeza (Jaén), donde participa como ponente en el curso ‘Poesía y traducción’, que forma parte de los Cursos de Verano que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) celebra en su sede Antonio Machado.

Coincidiendo con el 150 aniversario del nacimiento del autor que da nombre a esta sede, García Montero lo ha querido recordar con la siguiente cita: «la verdadera libertad no está en poder decir lo que pensamos, está en poder pensar lo que decimos».

Ha explicado que el curso –dirigido por el doctor en Literatura Española por la Universidad de Granada Juan Carlos Abril– se dedica en general a la traducción. No obstante, precisamente por esa efeméride, ha querido homenajearlo en Baeza, donde fue profesor entre los años 1912 y 1919.

«Quería recordar a Machado, lo que significó como poeta en el paso de una poesía modernista a una comprometida con el lenguaje cívico de la realidad», ha concretado el director del Instituto Cervantes.

También ha señalado que fue «un referente de la cultura democrática» al igual que autores como Rafael Alberti, Blas de Otero y Ángel González, a los que ha llamado «sus maestros». «Yo heredé esa tradición de un poeta que utilizaba el lenguaje cívico y que a la vez entendía la poesía como un conocimiento de la intimidad y de los valores que nos fundan como personas», ha precisado.

García ha narrado como empezó leyendo, colándose «en una habitación que tenían cerrada» sus padres, «que llamaban el salón de las visitas. «Los niños lo rompían todo, yo era el mayor de seis hermanos y tenían una habitación cerrada por si llegaba mi abuela o algún amigo que no se encontraran las butacas rotas y pintarrajeadas», ha comentado.

En ese espacio, había una biblioteca y, gracias a ella, descubrió la poesía de Federico García Lorca, que «le impresionó». «Uno empieza como lector y eso me hizo convertirme en poeta y en profesor de Literatura para dedicar y ganarme mi vida con aquello que me gusta», ha agradecido.

Al respecto, ha apuntado que traslada a sus alumnos «que una cosa es tener un oficio, fundamental para llegar a fin de mes, pero que lo verdaderamente importante es que cualquier persona consiga dedicarse a su vocación». Por ello, ha valorado haber «tenido la suerte» de poder ganarse la vida con su «vocación, que es la poesía».

De esta forma, llegó al cargo de director del Instituto Cervantes, fundado en 1991. Al hilo, ha detallado que, aunque ya habían redes internacionales de organizaciones culturales como la Alianza Francesa, «hubo que esperar que estuviera asentada la democracia española para que se pudiera crear» el instituto.

García Montero ha destacado que esta institución tiene dos objetivos principales, defender la cultura española y la cultura en español. «Hay que decir la cultura en español porque los españoles somos el nueve por ciento de una lengua, la segunda en el mundo con más hablantes nativos con más de 600 millones de hablantes», ha remarcado.

Así, el Instituto Cervantes trata de generar una comunidad entre todos los hablantes de español, «una lengua de herencia», y «llevar la cultura en español por el mundo». Punto en el que ha incidido en que «se enseña un idioma que no solo se habla en España» y, por ejemplo, «en Europa hay el mismo número de hablantes de español fuera que dentro de la península».

García Montero también ha hablado de algunos retos que se encuentra, entre lo que ha aludido a la gestión diaria, las cuentas. En este sentido y tras señalar la inversión en cultura de otros estados como Alemania o Francia, ha considerado que en España los presupuestos en cultura «siguen siendo muy muy muy muy humildes».

«Nos queda mucho por hacer. Esa es mi gestión diaria, que haya presupuesto, que los trabajadores estén bien pagados y que haya sedes dignas en el mundo», ha manifestado.

Otro de los desafíos actuales, según ha agregado, es conseguir que el español sea lengua de ciencia y tecnología, para que «no sea sólo presencia cultural, sino presencia tecnológica y científica que conlleva una dimensión económica muy importante».

En este ámbito, ha valorado que instituciones latinoamericanas como la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), la UVA (Argentina), el Instituto Caro y Cuervo (Colombia) y la Universidad Inca Garcilaso en Perú «intentan crear lazos», apostando por una política que «lleven a la investigación en español en ciencia y tecnología».

Finalmente, el director del Instituto Cervantes ha reivindicado el valor de la poesía para la sociedad: «La poesía no da dinero, pero, para mí, dedicarme a la poesía ha sido comprender que mientras exista un ser humano, va a existir la poesía», ha reconocido.

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