El Gobierno precisa que el escollo en el embargo a Israel está en la relación comercial con los territorios ocupados

Publicado 17 Sep 2025 15:36

Moncloa espera poder aprobar el decreto en el Consejo de Ministros de la próxima semana, tras no poder hacerlo en los dos anteriores

El Gobierno sostiene que la principal dificultad para aprobar el decreto de embargo de armas a Israel radica en una de las nueve medidas anunciadas por el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez: la prohibición de importar productos de los asentamientos ilegales de Cisjordania.

El Ejecutivo no pudo aprobar el decreto en el Consejo de Ministros de esta semana y el retraso ha generado críticas y malestar en el socio minoritario de la coalición, Sumar, que ha apuntado a reticencias del ala socialista del Ejecutivo.

Los socialistas lo negaron y esgrimieron dificultades técnicas en la redacción del texto, aunque aseguraron que la decisión estaba tomada, es compartida por la totalidad del Gobierno y espera aprobarlo la semana próxima.

En este sentido fuentes gubernamentales explican que la parte que está generando más dificultad está en la relación comercial con los territorios ocupados, en concreto el sistema de códigos para diferenciar con precisión los productos que vienen de estas zonas de Cisjordania, que a partir de la entrada en vigor de la norma estarán prohibidos en España.

El pasado lunes 8 de septiembre, Sánchez compareció por sorpresa para anunciar un paquete de medidas «contra el genocidio» entre las que destacaba el embargo de armas por ley, que trataba de reforzar y dar seguridad jurídica a la decisión política de no comerciar con armas con Tel Aviv, que ya se estaba aplicando desde 2023.

Esta era la medida más destacada, pero el jefe del Ejecutivo anunció nueve iniciativas en total, una de ellas la prohibición de importar productos de los asentamientos ilegales en Cisjordania «con el objetivo de combatir estas ocupaciones, de frenar el desplazamiento forzoso de población palestina y mantener viva la solución de los dos estados», según trasladó en una declaración desde La Moncloa.

En la redacción del decreto están involucrados varios ministerios, Exteriores, Comercio, Hacienda y Defensa y, en un principio, las críticas apuntaron al departamento que dirige Margarita Robles, que este mismo miércoles ha defendido que no puso ninguna objeción al embargo de armas de Israel.

Durante la sesión de control en el Congreso, Robles ha dado por concluido el vínculo industrial con Israel en el ámbito de la defensa, asegurando que ya no existe ningún convenio, contrato o relación de las Fuerzas Armadas con el Estado de Israel.

La titular de Defensa explicó que «quedaban algunos flecos desde el punto de vista de la tecnología» israelí, pero antes del verano se «recondujeron» y el vínculo «se ha terminado», según ha confirmado.

En la víspera, la portavoz Pilar Alegría afirmó que el Gobierno tiene la «voluntad» de aprobar el real decreto la semana que viene y explicó el retraso en la complejidad técnica de la redacción. «Las cosas hay que hacerlas bien», afirmó ante las críticas de Sumar.

En la misma línea fuentes gubernamentales insistieron en las dificultades a la hora de redactar un texto que afecta a numerosas leyes y tratados internacionales y apuntaron que los asesores jurídicos de los distintos ministerios implicados están revisando el texto para que sea preciso.

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