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Publicado 4 Jul 2025 18:37

MADRID/TOLEDO 4 Jul. –

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han aprobado este viernes en el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) la Estrategia de Seguridad del Paciente del SNS para el periodo 2025-2035, que tiene como objetivo dotar al sistema sanitario de un marco de referencia que guíe las acciones en materia de seguridad clínica.

«Es una hoja de ruta para reforzar la cultura de seguridad en todos los niveles de nuestro sistema sanitario», ha destacado la ministra de Sanidad, Mónica García, durante la rueda de prensa posterior a la reunión entre ministerio y comunidades autónomas, que ha alumbrado un total de 11 de acuerdos.

La Estrategia busca dotar al SNS de un instrumento robusto para hacer frente a los desafíos de seguridad, minimizar riesgos y prevenir otros evitables. Cabe destacar que la Estrategia pretende fomentar la seguridad en todos los ámbitos asistenciales y hace especial hincapié en entornos como Atención Primaria (AP), salud mental, cuidados de larga duración y servicios sociosanitarios.

Con este fin, se basa en la experiencia acumulada desde la primera estrategia, publicada en 2005, y la evaluación realizada del ciclo anterior (2015-2020). Su horizonte temporal de 10 años pretende servir para desplegar medidas a medio y largo plazo, consolidar buenas prácticas y fomentar una cultura de seguridad transversal y sostenida.

Los objetivos de la Estrategia son promover y mejorar la cultura de seguridad en centros y organizaciones sanitarias; incorporar la gestión de riesgo sanitario; formar a profesionales y pacientes en aspectos básicos de seguridad del paciente; implementar prácticas seguras; e implicar a pacientes y ciudadanos en la materia.

Para ello, el documento se estructura en torno a siete líneas estratégicas que buscan, en primer lugar, fortalecer el liderazgo profesional y la formación en seguridad del paciente en todos los niveles del SNS. En segunda línea, incluye medidas para garantizar que las prácticas clínicas se desarrollen de forma segura, entre las que están el uso seguro del medicamento, la prevención de infecciones nosocomiales, cirugía segura y la comunicación eficaz.

Asimismo, promueve la creación y uso de sistemas que permitan aprender de los errores para evitar su repetición, con los objetivos de promover la gestión de los riesgos en los centros sanitarios y la implementación y desarrollo de sistemas de notificación de incidentes relacionados con la asistencia sanitaria para el aprendizaje. Entre sus prioridades, la estrategia reconoce el papel activo del paciente en su propia seguridad, así como la de su entorno.

Otro de los puntos clave de la Estrategia reside en impulsar la investigación e innovación para mejorar el conocimiento sobre seguridad asistencial. Del mismo modo, apunta a fomentar la cooperación y el aprendizaje mutuo en esta materia en los ámbitos nacional e internacional.

La elaboración de la Estrategia ha involucrado a más de un centenar de profesionales de todas las comunidades autónomas, así como representantes del Ingesa, sociedades científicas de diversas especialidades, asociaciones de pacientes y expertos académicos. También incorpora mecanismos de evaluación consensuados para hacer un seguimiento de su implementación y resultados, a través de indicadores específicos y auditorías periódicas.

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