El presentador Ramón García.

Publicado 12 Sep 2025 08:50

No tiene prisa en afrontar la jubilación pero tiene claro que cerrará su círculo profesional haciendo radio

El presentador y comunicador Ramón García, que ha comandado este verano y por segundo año consecutivo la nueva era del programa Grand Prix en Televisión Española, ha sacado pecho por el éxito del formato en esta nueva etapa, aseverando que el programa «da lo que no da nadie» y ha conseguido «evolucionar».

En conversación con Europa Press, relata cómo al ver la oportunidad de regresar a la pequeña pantalla 18 después de la última emisión, todo el equipo sabía que había que regresar «diferentes», con un programa que antojaba «más ritmo y juegos nuevos».

Un formato que pese a estar en estado de espera durante casi dos décadas, seguía reformando su concepto por si volvía a ser llamado a filas. «Por eso lo teníamos preparado en 2023».

Con datos que, tal y como apunta el presentador, llegaron a una media del 12,4% de ‘share’ durante la emisión veraniega provocando siete victorias en ‘prime time’ en sus ocho programas, pueden certificar que se ha conseguido un resultado de «éxito».

Asegura, además, que el Grand Prix ha sido el programa que «más gente joven y niños ha aportado a Televisión Española», con hasta el 30% en el segmento poblacional hasta los doce años.

Los espectadores que superan los 40 años también se han enganchado al formato, toda vez que representan «a aquellos niños del Grand Prix» de principios de siglo.

Esta combinación de factores provoca que, según Ramón García, «los niños dejen la tableta y se sienten por primera vez junto a sus padres a ver la tele».

«Hay padres que me han dado las gracias llorando porque ha sido la primera vez que sus hijos se han sentado con ellos», defiende.

Un resultado que le hace vaticinar que el Grand Prix no se acaba en esta edición y regresará por tercera temporada televisiva el próximo verano.

Con todo, el icónico conductor asegura que el «verdadero éxito» del Grand Prix va más allá de los datos de audiencia, ya que puede exhibir que se trata de una emisión que «perdura en el corazón de los que fueron niños y lo vieron» y consigue que los nuevos niños «vean aquí lo que veían los niños de hace 30 años». «El alma del Grand Prix es la nostalgia que nos provoca».

En otro orden de cosas, y preguntado por su carrera profesional, el comunicador apunta que no tiene intención de jubilarse. «Mientras tenga aguante y me contraten, tiraré para adelante».

Todavía le queda batería, si bien recibe como «un regalo» cada nueva propuesta profesional. Con 42 años en la profesión, admite que a veces se pregunta, «¿hasta cuándo?». «Pues mientras y pueda», se responde.

En todo caso, no ha dejado de pensar en la radio, el medio donde debutó como locutor de Los 40 Principales en Bilbao. «Me gustaría terminar mi carrera en la radio. Soy un hombre de radio aunque haya hecho más televisión. La tele me ha dado la vida, el dinero, que la gente me conozca, pero mi vocación de comunicador empezó en la radio».

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