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Publicado 9 Jul 2025 08:25

BRUSELAS/TOLEDO 9 Jul. –

La eurodiputada del Partido Socialista Europeo y portavoz el PSOE de Castilla-La Mancha, Cristina Maestre, ha hecho referencia a las incógnitas que plantea la inminente presentación el próxima día 16 de julio del marco financiero de la Política Agraria Común, un escenario ante el que rechaza lo que se va conociendo de la propuesta de la Comisión Europea, como el hecho de vincular la prestación de fondos al cumplimiento de objetivos.

En una entrevista con Europa Press, Cristina Maestre ha tenido palabras para el comisario de Agricultura, Cristophe Hansen, «que empezó como becario» en instituciones europeas y que, siendo joven, «tiene mucho ‘background y talento» para la política.

Pero, «como no todo van a ser flores» y pese a que el cambio al frente de la Agricultura europea ha sido como pasar «de la noche a la mañana», Maestre ha dicho en su contra que «no puede hacer creer que tiene las manos atadas» frente a Úrsula Von der Leyen, quien «pretende pegarle el mayor mordisco al presupuesto de la PAC y cambiar su arquitectura».

«Se prevé un recorte de en torno al 15 o el 20 por ciento, lo que es una barbaridad», ha alertado Maestre, que ha asegurado que la bancada socialista en el Parlamento Europeo no lo va a aceptar.

También, ha agregado, es grave «que se pretenda desregularizar la PAC y meter en un cajón de sastre a todos por igual». «La Política Agrícola Común debe de ser común, y no que al repartir los sobres a cada Estado cada uno diga dónde dedicar cinco o dónde dedicar veinticinco».

Con este tablero, confía en la «buena intención» de Hansen, quien «es consciente de la gravedad del asunto», si bien le mosquea que desde la Comisión Europea se estén «empeñando en sacar con mucho urgencia determinados reglamentos, que son reformas menores pero que confrontan con lo que nos llega respecto a la reforma de la PAC».

Dice al respecto la europarlamentaria que la intención de la Comisión Europea es que los fondos de la PAC se gestionen «de forma similar a cómo se hizo con los fondos Next Generation», lo que significaría «condicionar esos fondos al cumplimiento de objetivos que nada tienen que ver con la agricultura».

«Y eso significa que le robas previsibilidad al agricultor, que el agricultor no va a saber cuánto va a tener para gastar ni cómo lo va a tener que gastar, lo que genera una indefensión enorme», ha lamentado.

Lo que a juicio de Maestre parte del Parlamento Europeo es pausar la «urgencia» con la que la Comisión Europea pretende poner en marcha la nueva PAC.

«Tenemos toda la legislatura, vamos a hacer las cosas bien, vamos a hacer una buena reforma que verdaderamente cumpla con los compromisos de los agricultores», propone Maestre, quien con todo se teme que el nuevo marco presupuestario que se presente la próxima semana «incumplirá los acuerdos con el campo».

A su entender, la Comisión Europea ofreció «un caramelito» en forma de flexibilización en algunos extremos, pero finalmente propondrá «una desregulación absoluta y un fondo único donde meter toda la política agrícola como un cajón de sastre donde nadie va a poder meter mano».

Un cajón que «va a restar mucha ambición» a la PAC vigente, y ante la que los ‘populares’ europeos «están callados» y no reivindican un marco «más fuerte».

En este escenario, lo que prevé por parte de la Comisión es «un mordisco a los de siempre, a los agricultores», por culpa de un PPE «desaparecido».

Por ello, ante la presentación del nuevo marco, Cristina Maestre confía en que el aumento de gasto en defensa no beba directa y exclusivamente de los fondos para el sector primario. «No puede ser que toda la inversión en defensa se coja de la parte agrícola».

Em otro orden de cosas, Maestre ha vaticinado una clara «guerra comercial» que nace de una «desquiciada forma de gobernar» de la Administración Trump en Estados Unidos, que pretende «influir en el mundo y recuperar las riendas de las relaciones comerciales globales».

Y lo hace, ha preseguido, «obviando las normas básicas de la Organización Mundial del Comercio», a la que Estados Unidos «se tiene que someter».

Lo que toca ahora desde Bruselas, ha considerado, es «defender a Europa», ya que las amenazas de Donald Trump tendrían una afectación global, teniendo en cuenta que lo que quiere es «doblegar» la economía europea.

Por ello sostiene que «la respuesta tiene que ser la de apelar a las normas comerciales establecidas, tener paciencia y negociar», como ya se hizo en los últimos coletazos del anterior mandato de Trump.

En este momento, afirma, la Comisión Europea «está teniendo reuniones», muchas de ellas «muy discretas» con Estados Unidos, en las que se está explicitando la voluntad de llegar a acuerdos y de que se va a hacer «todo lo posible» para ello.

En caso contrario, «se emplearán armas y herramientas comerciales». «Vamos a intentar llegar al empate a uno o al empate a cero. Si no, utilizaremos nuestras herramientas», ha apuntado la eurodiputada del Partido Socialista Europeo, que concluye afirmando que los ciudadanos estadounidenses «ya se están dando cuenta de que hay movimientos desasosegantes», pues el consumidor de a pie terminará por «notar la inflación».

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