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Publicado 24 Sep 2025 13:28

Considera que la legislatura «no está automáticamente acabada» pero sí «en vía muerta» y pide no ceder «a más peajes»

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha celebrado este miércoles la «derrota» en el Congreso del acuerdo entre PSOE y Junts para delegar a Cataluña la competencia estatal en la gestión de la inmigración.

Aunque ha admitido que «hay cosas que tendrían que haber salido», ha pedido al Ejecutivo central que vuelva a llevar ese texto «bien negociado, bien pactado, probablemente mejor con el primer partido de la oposición, para poder sacar adelante las iniciativas que son indiscutiblemente positivas para todos».

Durante su intervención en la apertura de la II Cumbre de Comunidades Energéticas UNEF, en el Palacio de Congresos de Toledo, García-Page ha señalado que «hay días que lo mejor que se puede celebrar en la política española es una derrota. Yo celebro la de ayer particularmente».

El Pleno del Congreso rechazó este martes la tramitación de la Proposición de Ley de PSOE y Junts para traspasar a Cataluña la gestión de la inmigración, un texto que salió derrotado por los votos de PP, Vox, Podemos y UPN, como estaba previsto, pero también con ayuda de dos miembros del grupo plurinacional de Sumar, socio minoritario del Gobierno.

Tras estas afirmaciones, García-Page ha vuelto a incidir en este tema al ser preguntado por los medios después de inaugurar el Congreso Internacional de Negocios y Comercio Exterior ‘Foro Exporta’, que se celebra en el campus de Toledo.

Al respecto, el presidente castellanomanchego ha vuelto a celebrar que no saliera adelante un proyecto que «el día de mañana avergonzaría al mundo progresista de haber sido desarrollado y que además sería un grave retroceso en el concepto de soberanía nacional».

Lo que se ha puesto de manifiesto –ha abundado– es que «hay una gran mentira detrás de lo que se llama el bloque progresista». «El bloque progresista nunca ha sido ni bloque ni progresista». «Lo que pasa es que se quiere hacer pasar por progresista a gente que realmente está en la extrema derecha como Junts per Catalunya o a partidos que son claramente conservadores y nacionalistas».

García-Page no sabe cómo será el final de todo este periodo, pero ha querido subrayar que «normalmente cuando no hay principios o cuando los principios son malos, los finales son peores».

Sobre cómo ve de viable el futuro de la legislatura, el presidente de Castilla-La Mancha ha comentado que gobernar no es estar en los gobiernos, sino sacar adelante «lo que has prometido a la gente».

«Pero si lo que se considera es que gobernar o la legislatura es simple y llanamente ocupar las instituciones, eso puede durar exactamente lo que dicen las leyes: hasta que acabe el periodo de cuatro años», ha dicho un García-Page que ha abogado por distinguir entre «lo conveniente y la realidad» y «lo que es políticamente defendible» y «lo que significa aguantar».

Una las cosas que en los últimos meses viene escuchando García-Page y que más le duele es que el gran argumento para no convocar elecciones sea que de convocarse «ganaría la derecha y la extrema derecha». Para el presidente regional, esto es un «reconocimiento explícito de que la mayoría del pueblo español está en otra dirección».

«Ciertamente se puede manejar un barco contra todas las corrientes, pero eso solo se arregla cuando desaparecen las corrientes porque si no puede acabar mal», ha avisado.

Cree que «lo serio» es tener muy claro que si no se pueden sacar adelante las cosas que se le han prometido a los españoles, «como mínimo» hay que intentar no sacar lo contrario de lo prometido. «Hay que ser sincero con el pueblo español y hay que entender que la legislatura no está automáticamente acabada, pero está en vía muerta».

De otro lado, y sobre la necesidad de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, García-Page ha reiterado que si el precio de sacar unos presupuestos son los peajes de Junts, «esa cuenta sale poco rentable».

No obstante, ha dicho que el debate sobre los presupuestos es «inexistente», ya que Pedro Sánchez «dijo hace unos días que el que esté pensando que los presupuestos los van a echar abajo para que haya elecciones o tumbar al gobierno, que miren para otro lado».

«Cuando se le quita importancia al presupuesto, se les está diciendo a los mismos que se les pide el apoyo para el presupuesto, oiga, pero que me da lo mismo que me apoyen que no». «Que el gobierno va a seguir siendo gobierno aunque no se aprueben los presupuestos».

A estas alturas, lo único que le importa al presidente regional castellanomanchego es que «no se ceda a más peajes», ha dejado claro.

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