El alcalde de Hellín, Manuel Serena.

Publicado 14 Oct 2025 07:29

Un FECHE que crece, un auditorio por proyectar o 150 años de tamboradas, en el calendario cultural de la ciudad hellinera

El alcalde de Hellín, Manuel Serena, ha asegurado que tras algunos años sin corridas de toros en una localidad con una afición muy apuntalada, tiene la confianza de volver a llenar la plaza en el corto plazo, algo para lo cual tiene que salir adelante una nueva licitación que, de prosperar, supondrá cuatro años garantizados de espectáculos.

En una entrevista con Europa Press, ha recordado que si el año pasado no fue posible retomar la actividad taurina fue porque finalmente no se consiguió un apoyo económico de parte de la televisión autonómica, y al no fructificar, al empresario «no le salían las cuentas».

Para este año, el planteamiento varió y se sacó un pliego para licitar la programación de los toros, movimiento que llegó a principios de año pero que no recibió ninguna oferta.

«Se volvió a sacar otra vez pero a día de hoy el pliego no está resuelto», indica, apuntando que quedan recursos presentados por empresas postulantes por resolver para despejar la licitación. Con todo, aclara que tiene la confianza en que el pliego actual «reúne todas las condiciones» para ser válido, pero «hay que cumplir los plazos legales».

Con ese cálculo, «habrá empresario para cuatro años, y eso es una buena noticia, porque lo que necesita la plaza de toros de Hellín es estabilidad y un proyecto continuado en el tiempo», asegura el regidor.

«Un proyecto que no sea simplemente dar una corrida y a ver qué pasa, porque aunque Hellín es una plaza de tercera, tiene un afición muy superior, de mucha exigencia», asegura.

En su opinión, una vez que una empresa se haga cargo de las riendas de la programación taurina, sería «difícil» defender su rentabilidad solo con una corrida, por lo que desde el Consistorio se le quiere dar al coso «más recorrido» cultural, junto con «una bolsa de 50.000 euros al año para espectáculos taurinos».

Una estrategia que pasa, según Serena, por al menos dos corridas anuales, «y a partir de ahí, todo lo que considere el empresario», abriendo la puerta a recuperar la tradicional corrida de Semana Santa o alguna otra en primavera.

«Buscamos un empresario que quiera apostar por la plaza de Hellín, que tenga un proyecto y que tenga la solvencia económica y la capacidad técnica para poder traer figuras a Hellín», afirma.

Tras una reciente feria que ha conseguido afluencia en algunos eventos por encima de las 12.000 personas y con conciertos que se han ido a 7.000 espectadores, erigiéndose como foco de atracción de vecinos de otras localidades, da por conseguido el objetivo y apunta a la ambición de colocar la celebración como de Interés Turístico Nacional.

Una feria de génesis comercial en torno al ganado, una vertiente que ahora quiere recuperar para regresar a su origen comercial, razón por la cual se ponen en marcha, además de los fastos, encuentros con empresarios donde «se cierran muchos acuerdos».

La consecución de la vitola de Interés Turístico Nacional, admite, es complicada para este mandato, pero «hay que trabajar». «Alguien tenía que decir que quería ese objetivo, ahora vamos hacia adelante».

Y es que la vocación nacional de la cita ya se deja ver en todas sus ediciones con la gran afluencia de público de otras regiones cercanas como Murcia o Comunidad Valenciana, tal y como ha indicado el alcalde.

Sin dejar la página cultural, Manuel Serena ha hecho referencia a la inminente quinta edición de su festival de cine, cita que sigue creciendo.

El FECHE, un festival «ya internacional» y con el apoyo de todas las instituciones, incluso la sociedad civil, cuenta con un gestor «que lo ha movido muy bien, de la mano del Ayuntamiento» y consiguiendo «una repercusión muy buena».

Una trayectoria que hace que cada año la apuesta siga creciendo, apuntando a una edición número cinco que contará con la presencia de «una gran actriz de origen hellinero» durante una cita que se alargará más allá de una semana, y «con todos los días con cosas que hacer».

No solo con el cine como epicentro, sino además con apuestas musicales, lo que «abre la puerta a traer más figuras que no tienen por qué ser solo actores».

La hoja de ruta cultural que marcará la agenda en Hellín tiene en el calendario otro hito importante en 2026, y es que la Tamborada, de Interés Turístico Internacional, cumplirá 150 años.

Una efeméride de cómo hace siglo y medio los tambores empezaron a sonar más allá de las procesiones hasta dar un eco de 20.000 tamborileros en los tiempos actuales.

«Se puede considerar el 150 aniversario de la Tamborada tal y como la conocemos, pero la de ahora no tiene nada que ver con la de entonces, cuando salieron 20 o 30 personas de sus procesiones», rememora el alcalde.

En todo caso, sí se puede entender como el 150 aniversario de esta tradición, y si bien el mundo del tambor «ha cambiado mucho» con el paso de los años, habrá actividades que contarán con el apoyo municipal a lo largo del próximo ejercicio. Eso sí, deja claro que la iniciativa la llevan las asociaciones que trabajan en defensa del mundo del tambor.

Una de las iniciativas que pone encima de la mesa es la publicación de un libro sobre la tradición; a lo que ha sumado distintos actos por desvelar que se concentrarán en fechas próximas a la Semana Santa.

Manuel Serena defiende la gestión cultural de su equipo colocando en la conversación otros hitos como el impulso a los ciclos de teatro, con 130.000 euros de presupuesto al año, «una inversión».

Una cultura que al fin y al cabo redunda en «movimiento económico» y que hace que la gente «se haya acostumbrado a ir al teatro», no solo desde la ciudad, sino también desde otros núcleos del entorno, ya que se venden abonos «en toda la comarca».

Más allá de las actividades culturales, en Hellín sigue atascado el proyecto de un auditorio, un periplo a lo largo de los años que Serena resume remontándose a 2009, cuando arrancó la obra.

En 2011 «se paralizó», la crisis le «bajó el ritmo» y desde entonces es una obra estancada, «un mamotreto de hormigón y hierro» que acabó siendo denominado como «el Palacio de Todas las Cosas» pero que finalmente se confeccionó para lo estrictamente cultural.

En 2014 «el pleno del Ayuntamiento se comprometió, de la mano de la Junta, a modificar el proyecto»; pero desde entonces «solo ha habido un acuerdo personal» entre el Gobierno autonómico y su antecesor en el cargo. Así, el Ayuntamiento se compromete a hacer el proyecto nuevo y la Junta a ejecutarlo.

En la lista de tareas municipales toca «modificar el proyecto y poner, mínimo, un millón de euros». «No estoy de acuerdo porque contraviene todo lo que se había tratado antes. Es un tema un poco complicado, pero sí me he comprometido a rehacer el proyecto pero seguir trabajando con la Junta para que finalice una obra que es suya», ha afirmado.

Aún así, y desde el pesimismo, asegura Serena que «si en ocho años anterior gobierno socialista, la Junta no reactivó la obra», ahora que gobierna el PP «es muy difícil» que el Gobierno regional asuma su parte. «Es muy difícil que a mí me hagan una gracia».

Porque, según sus cálculos, el número de butacas tendría que irse a 1.200 y, además, lo actualmente dibujado en los planos «no cumple con las características de un teatro por visibilidad, acústica y luminosidad», o recoge una platea plana, «sin inclinación».

«Hay que hacer un proyecto nuevo, un proyecto serio, y me he comprometido con la ciudadanía a tener ese proyecto. Pero veo bastante complicado que llegue la financiación de la Junta», ha apuntado.

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