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Publicado 22 Jul 2025 14:13

TOLEDO 22 Jul. –

El concejal de Movilidad, Iñaki Jiménez, ha informado este martes en la Comisión municipal de Movilidad sobre el proyecto de la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones en la ciudad que tiene que estar operativa en diciembre de este mismo año.

Un proyecto «de mínimos», ha señalado Jiménez, quien ha señalado que irá implantándose de manera progresiva por el reto de la ciudad, pero que, de momento, se hará en el Casco Histórico, «para preservar y proteger el patrimonio histórico, dotando al barrio de más humanización e intentando evitar la circulación excesiva de vehículos».

Para ello se van a modificar diferentes estacionamientos de la ORA azules por verdes, así como la implantación de los pivotes durante las 24 horas del día o la realización de un seguimiento de vehículos empadronados en el Casco, entre otras medidas.

Todo ello, también, como ha indicado Iñaki Jiménez, teniendo en cuenta que Toledo no es una ciudad contaminada, «tan solo contamos con una pequeña isla de calor en este barrio, como consecuencia del entramado urbano». De esta forma, además, se quiere poner límite a los más de 186.000 vehículos que acceden diariamente a Toledo, de los cuales, el 50 por ciento, aproximadamente, son de fuera.

De otro lado, Jiménez ha instado este martes al Gobierno central a que informe de manera regular al Ayuntamiento de Toledo cuando tenga pensado ejecutar obras en la ciudad «para poder informar a los ciudadanos y evitarles contratiempos».

Así lo ha señalado Jiménez tras explicar que ayer por la tarde, sin aviso previo, comenzaron a asfaltar la TO-23, en el punto del paso subterráneo del puente hacia la A-42, «lo que provocó un caos circulatorio que se podría haber evitado si nos hubieran avisado con anterioridad».

En este sentido, ha vuelto a pedir que lo que se tiene que hacer en la TO-23 es el tercer carril o la conexión de la A-40 entre Ocaña y Toledo, dos de los cuatro proyectos que no se han realizado aún, mientras que los que sí se han materializado son dos «mucho menos importantes como el ajardinamiento de una rotonda en el Salto del Caballo y la construcción de un carril bici en la avenida de Madrid, «que no va a ningún sitio», o el que se está desarrollando que es el del carril bici que unirá el Polígono y Santa Bárbara, que incluye una pasarela que cruzará la TO-23.

De su lado, el Grupo Municipal Socialista ha mostrado su rechazo frontal al borrador de ordenanza para la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Toledo. En palabras del concejal socialista Francisco Rueda, se trata de un texto «mal planteado, sin diálogo, sin consenso y sin la más mínima ambición estratégica».

«Es una ordenanza hecha con prisas, que llega tarde, que castiga al Casco Histórico y que no resolverá ni los problemas de movilidad ni los de contaminación. No es una estrategia climática. Es solo una batería de restricciones descoordinadas», ha denunciado.

Rueda ha acusado al equipo de Gobierno de actuar con «desidia y falta de visión», tras desaprovechar los proyectos, los fondos y los diagnósticos que ya dejó preparados el anterior gobierno socialista. El actual ejecutivo ha esperado hasta el último momento, presentando un informe preliminar cuando el plazo para su aplicación expira en enero de 2025.

El Grupo Socialista denuncia que la ordenanza propuesta carga todo el peso de la reducción de emisiones sobre los vecinos y las vecinas, trabajadores y trabajadoras y visitantes del Casco Histórico. «Mientras tanto, exime o concede moratorias a flotas turísticas, empresas privadas y otros sectores».

«Exige al residente en el Casco a invertir en un vehículo con distintivo ambiental, o a quien quiera mudarse al Casco Histórico, tener coche eléctrico, por ejemplo, pero a la vez, el alcalde sigue cobrando a estos vehículos eléctricos por aparcar. Es una ordenanza profundamente injusta», ha advertido Rueda.

Además, afirma que el texto no incluye incentivos reales ya que no contempla bonificaciones en la tasa de aparcamiento ni en el impuesto de circulación para los vehículos no contaminantes, como sí hacen la mayoría de las ciudades que han implantado zonas de bajas emisiones.

Tampoco se habla, dice, de aparcamientos disuasorios, pese a que eran parte esencial de los proyectos financiados con fondos europeos. «El Ayuntamiento ha actuado al revés: implantan la zona magenta y eliminan zonas de aparcamiento disuasorio, justo cuando deberían estar reforzándolas», ha señalado Rueda.

En cuanto al ruido, señala que el propio informe admite que no hay un problema significativo en el Casco salvo en momentos puntuales, achacables además a la actividad turística y no al tráfico. Y respecto al número de vehículos, se argumenta una supuesta densidad por habitante, sin tener en cuenta la pérdida constante de población en el Casco Histórico.

Por ello, el Grupo Socialista solicita al Gobierno municipal que retire de inmediato el borrador y abra un proceso real de diálogo político, social y técnico para aprobar una ordenanza consensuada, justa y transformadora. Una verdadera política de movilidad, al servicio de toda la ciudad y no solo de una visión punitiva centrada en el Casco Histórico.

De su lado, el concejal de IU Txema Fernández ha afirmado que las prisas del concejal de Seguridad, Transportes e Interior para aprobar el proyecto de ordenanza de ZBE son una evidencia más de que el equipo de Gobierno no aborda los efectos del cambio climático por convicción sino por obligación y limitándose a cumplir con los mínimos establecidos por la ley.

Por ello, el portavoz municipal de esta formación ha criticado hoy, durante la comisión en la que se ha informado de este proyecto de ZBE, la falta de ambición de esta ordenanza «que se queda en cumplir lo mínimo que determinan las directivas en lugar de intentar ir a más».

Para Txema Fernández, el proyecto de ordenanza de ZBE, es más «un proyecto de movilidad que uno con el que abordar la reducción de las emisiones» y con el que se incita a comprar coches eléctricos y utilizar aparcamientos privados de pago.

«No pensamos en el futuro», lamentaba Fernández durante la comisión celebrada esta mañana en la que ha recriminado al concejal del área que incida en que Toledo no es una ciudad contaminada sin plantear «que lo que hagamos hoy tiene que servir para que mañana estemos mejor, no solo para salvar los muebles de cumplir con los plazos de implantar una ordenanza».

Por otro lado, el concejal de Izquierda Unida, que ya ha anunciado que presentará alegaciones orientadas a la implementación de proyectos de mejora ambiental, ha puesto en duda que el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) sea un documento válido para completar el proyecto de ordenanza de ZBE y ha criticado que el texto presentado tenga más orientación punitiva que educativa.

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