La Sierra Norte de Guadalajara siente de nuevo el peso del abandono tras llevar seis días desconectados

Publicado 19 Nov 2025 13:00

· Fuente: Europa Press

GUADALAJARA 19 Nov. –

Los vecinos de Cantalojas, Campisábalos, Galve de Sorbe y otros pueblos del Alto Rey llevan ya cinco días sin Internet, sin datáfonos, sin televisión y sin servicios municipales, mientras crece la sensación de que la despoblación se debe combatir menos con discursos y más con infraestructuras dignas.

Durante los últimos cinco días, los pueblos del entorno del Alto Rey, en la Sierra Norte de Guadalajara, han vivido literalmente desconectados del mundo.

La avería, provocada, según les han dicho -en este caso desde la compañía- por el viento del pasado viernes, ha dejado sin Internet a municipios como Cantalojas, Galve de Sorbe, Somolinos o Campisábalos, sumiendo a la comarca en un silencio tecnológico que, lejos de ser nuevo, ha reabierto heridas que nunca han terminado de cerrar.

«Estamos hartos», han repetido los vecinos una y otra vez. Y no es para menos. En pleno siglo XXI, algunos llevan desde el viernes por la tarde sin poder trabajar, sin poder cobrar con datáfono, sin poder teletrabajar, sin ver la televisión y sin que el propio Ayuntamiento haya podido avanzar en su labor diaria.

El secretario municipal ha tenido que ir de pueblo en pueblo «persiguiendo Internet» para intentar sacar adelante lo imprescindible. Aun así, el trabajo se ha acumulado como una losa.

Para quienes viven allí todo el año, esta desconexión ha hecho aún más evidente la contradicción: «Luego quieren que la gente se venga a vivir a estos pueblos* Con esta situación es imposible», lamentaba un vecino a Europa Press, enfadado y cansado de tropezar siempre con la misma piedra.

Porque no se trata de un fallo puntual ni de una compañía concreta. Incluso los municipios que han contratado dos líneas diferentes han visto caer ambas.

El viento, un simple viento «un poquito más fuerte», ha bastado para apagar de golpe la vida digital de toda la sierra.

El alcalde de Cantalojas, Sergio Arranz, ha expresado a Europa Press su impotencia y su enfado, un cabreo sereno, de esos que nacen del cansancio acumulado.

«Lo que estamos cansados es de remiendos», ha dicho.

«Más vale que alguno de esos puestos para la despoblación se cambiara por una antena nueva», ha subrayado cabreado.

En su voz se mezclaban la preocupación, la rabia y la sensación de estar predicando en el desierto.

Él mismo ha reconocido que, desde el ámbito municipal, ya no pueden hacer más: han recogido firmas, han enviado escritos, han pedido ayuda a Fomento y nada ha cambiado.

La Sierra Norte ha sufrido en estos días un aislamiento que va más allá de lo tecnológico.

Los hostales, hoteles y casas rurales han tenido a sus visitantes sin conexión, incapaces de hacer pagos electrónicos o de usar siquiera el móvil con fluidez.

Los turistas, desconcertados; los negocios, paralizados, y los vecinos, resignados.

Porque, como ha recordado el regidor de este pequeño municipio, ¿cómo van a instalarse nuevos pobladores si ni siquiera se garantiza lo básico si un teletrabajador no puede trabajar y si un anciano de Villacadima -donde llevan siete años sin cobertura móvil- no puede vivir allí porque nadie podría llamarle en caso de emergencia?.

A esta falta de Internet se suman, además, los cortes de luz intermitentes, que a su vez provocan interrupciones de cobertura y terminan por cerrar el círculo del abandono.

«Esto es para enfadarse», ha admitido Arranz.

Los vecinos de estos pueblos no piden grandes proyectos, piden luz y cobertura, una conexión que no caiga con el viento.

En definitiva, vivir con la misma dignidad que cualquier otro ciudadano.

En estos cinco días de silencio digital, estas pequeñas localidades de la Sierra, donde viven cada vez menos vecinos, han recordado a todos que la despoblación no se combate con palabras, sino con infraestructuras que permitan quedarse o, al menos, no obliguen a marcharse.

Comparte esta noticia en tu red social favorita

Publicidad


Publicidad

CASTILLA-LA MANCHA

Publicidad