La DANA destroza huertas y deja a Garaballa (Cuenca) sin su principal comunicación con Valencia

CUENCA, 30

La orografía ha jugado a favor del pueblo conquense de Garaballa, cuyas calles empinadas han evitado las inundaciones en sus calles por los efectos del temporal que ha castigado especialmente a Cuenca y a la Comunidad Valenciana. Sin embargo, las lluvias han dejado esta localidad sin su conexión directa a Valencia por carretera, debido a que el río Ojos de Moya ha roto el puente y los caminos que van a las huertas.

El alcalde de Garaballa, Juan Palomares, ha explicado a Europa Press que no ha habido casas dañadas y que el principal problema será «los destrozos que ha hecho a la huerta y los árboles que ha arrancado». Desde su casa, el regidor observa una acequia «que no veía desbordarse desde que era niño» y apunta que ahora ya ha bajado el nivel del río, «pero anoche el agua llegaba a la carretera».

Palomares recuerda que en Garaballa estuvo lloviendo durante todo el día, «ni fuerte ni despacio», y cayeron 42 litros por metro cuadrado durante la mañana. Paró a las 14.00 horas y no cayó más agua hasta las 21.00 horas, cuando empezaron las tormentas más fuertes. «Aquello no era llover, era diluviar», relata el alcalde, que tiene en su casa un medidor de 50 litros por metro cuadrado que tuvo que rellenar tres veces hasta la 1.30 horas.

El puente afectado por las tormentas es «la carretera de toda la vida, por la que pasa el autobús de Cañete a Utiel y el acceso a Valencia, que es donde vive casi todo el mundo de aquí». Con este paso dañado, la segunda posibilidad sería ir por Landete, pero allí también se ha roto el puente sobre el Ojos de Moya. Otra opción para ir a la capital valenciana es a través de Mira, pero para ello habrá que esperar a que baje la riada del municipio serrano más afectado por el temporal. Hasta que eso ocurra, solo se puede llegar desde Valencia a Garaballa por Carboneras de Guadazaón.

La comunicación con Cuenca y Madrid, en cambio, se encuentra en perfectas condiciones. Garaballa no ha tenido problemas de suministro de agua, que les llega del Pico de Ramera a través de una tubería que no ha resultado dañada.

El Ayuntamiento ha emitido un bando para informar de la situación a sus 71 «vecinos de invierno», como dicen en el pueblo a los residentes que siguen en el pueblo en esta época del año, para explicarles la situación de los accesos al pueblo y para que informen de los daños personales y materiales, aunque por el momento no consta que se haya inundado ninguna casa. En cualquier caso, el pueblo pedirá la declaración de Zona Gravemente Afectada para acometer los daños causados en el puente.