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Publicado 16 Jun 2025 13:08

TOLEDO 16 Jun. –

El concejal de Izquierda Unida-Podemos en el Ayuntamiento de Toledo, Txema Fernández, ha reclamado este lunes al equipo de Gobierno de PP y ox que «de una vez por todas» culmine el proceso que se inició para elaborar una ordenanza de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y que ya lleva «un año de retraso» y cuatro millones de inversión en el Suministro para la implantación del sistema integral de movilidad urbana sostenible y eficiente de Toledo (SIMUSET).

Fernández ha explicado en un encuentro con medios de comunicación que esta ordenanza pasó el trámite de consulta pública en agosto de 2024 y casi un año después aún no se ha llevado a cabo el proceso de información pública con el texto definitivo. «Es un proceso que se inicia en el año 2021, con la aprobación de una ley que obliga a tener esta ordenanza en 2023 para lo que nos dieron una moratoria de 18 meses y disponer de ella junio del año 2024», ha repasado el concejal de Izquierda Unida.

Al respecto, se pregunta el edil de izquierdas para qué ha servido la instalación de decenas de cámaras, estaciones medidoras de polución o de gases de efecto invernadero y las pantallas (muchas de las cuales no funcionan) que informan de plazas de aparcamiento libre o la temperatura y humedad si no existe una ordenanza reguladora que respalde la aplicación de todas estas infraestructuras. «Lo que le pedimos al Gobierno del Ayuntamiento de Toledo es que si de verdad se cree un discurso de ciudades medioambientalmente sostenibles, apruebe de una vez por todas una ordenanza que ya debería ser obligatoria en nuestra ciudad y que seguimos sin tener», ha reprochado.

A juicio de Txema Fernández la ordenanza debería dirigir a la ciudad hacia la peatonalización de las calles y el refuerzo del transporte público colectivo, «eso sí facilita ciudades sostenibles», en lugar de debatir sobre los puentes para unir el Polígono con Azucaica «que buscan soluciones al vehículo privado». Ahora bien, aprecia el concejal que el gobierno del Ayuntamiento de Toledo está lastrado por un partido, Vox, que relativiza el efecto del cambio climático afirmando «que todos los veranos hace calor y que en las ciudades siempre ha habido coches». «No se creen ni las políticas de cambio climático ni las políticas de movilidad sostenible, por eso no quieren avanzar sobre esta ordenanza», concluye Fernández.

Por otro lado, el portavoz de Izquierda Unida teme que el retraso que lleva la ordenanza de ZBE depare en una aprobación de la misma en el entorno de la aprobación de las ordenanzas fiscales de la ciudad de modo que «más que un documento educativo nos encontremos con una normativa punitiva», lamenta. «Esta ordenanza debería regular un modelo de ciudad distinto y mucho nos tememos que cuando llegue el momento de aprobarla va a ser en el mes de octubre, que es cuando se debaten las ordenanzas fiscales», sospecha Fernández.

Además, ha reclamado el concejal de IU que la ordenanza no se circunscriba al Casco Histórico, como anunciaron desde el equipo de Gobierno, puesto que el resto de la ciudad también padece problemas como los que se registran en la TO-23 «donde planteamos un puente de 15 millones de euros para salvar un exceso de tráfico con el consecuente problema de contaminación y sin embargo queremos excluirlo de la regulación de la ZBE».

Por último, el concejal de Izquierda Unida ha vuelto a insistir en la necesidad de que se convoque una Comisión para analizar el resultado de las inversiones de los fondos europeos en la ciudad y determinar si lo que se ha ejecutado es útil o se malgasta dinero sin un objetivo de eficiencia. «No se trata de evaluar lo que se ha gastado sin más, sino de analizar si en lo que se ha gastado es útil y si los 4 millones de este proyecto de movilidad eficiente y eficaz de la ciudad de Toledo, SIMUSET, han sido eficaces y útiles».

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