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Publicado 15 Aug 2025 10:15

TOLEDO 15 Ago. –

Octubre es el mes elegido por el toledano Lucas Bolaño para publicar el tercer disco de su proyecto musical, Estrella Fugaz, que tendrá como hilo conductor la ruptura vista desde el punto de vista desde la «oportunidad» para empezar algo nuevo y no como algo malo.

«Está muy presente el tema de la ruptura porque este disco se hace mientras yo me separo de mi pareja. Pero la ruptura no tanto desde un plano bajonero, sino más bien como dando las gracias y viendo ese cambio como una oportunidad para empezar de nuevo», ha indicado Bolaño en una entrevista concedida a Europa Press.

Así, ha dado más detalles sobre este nuevo trabajo, que llevará por nombre ‘Una casa espacial dibujada en un A4’ (Intromusica), para mostrarse ilusionado por el hecho de que la portada vaya a ser obra del artista y dibujante Álvaro Martínez, que trabaja para DC Comics.

A las colaboraciones que ya se han podido escuchar en los dos singles previos que se han publicado, como la que protagoniza Tulsa, el líder de Estrella Fugan ha desvelado también que en este disco habrá canciones en las que se pueda escuchar a Fernando Alfaro (Surfin’ Bichos, Chucho) o Marina de Repion.

Un disco en el que además de la ruptura estarán presentes otros temas recurrentes de Estrella Fugaz como la ciencia ficción o las películas que han marcado a Bolaño, que reconoce, no obstante, que en este disco va a haber menos humor que en los anteriores, ‘Un sendero Fluorescente’ (2019) y ‘Luminosa’ (2022).

«Quizá es menos jocoso con algunas cosas pero va en la línea de Estrella Fugaz», ha indicado, para añadir que en lo musical en este nuevo trabajo hay más guitarras y menos sintetizadores pese a que cuenta con «un pozo» que es «bastante característico» del grupo. «Quizá no es tan ‘world music», ha añadido.

Hablando en general sobre cómo definiría la música que hace Estrella Fugaz, Bolaño ha dicho que sus influencias son «bastante claras» con el indie noventero de Estados Unidos siempre presente, aunque también confiesa que le gusta «mucho» el reggae o el dub.

«De hecho, siempre en cada disco hay una canción que es reggae o que hace referencias al dub porque creo que dentro del indie no es habitual. De hecho es como muy odiado y yo tengo como una cruzada que es que a la gente le gusta el reggae porque no es nada raro ni nada extraño», ha subrayado.

Respecto a lo que le llevó a dedicarse y vivir de la música, confiesa que fue todo «un poco casual» tras pasar toda su adolescencia en Toledo, donde estudió en la Escuela de Arte y trasladarse posteriormente a hacer Bellas Artes a Madrid con idea de desarrollarse «en ese mundo».

«Siempre voy trabajando la música en paralelo y al acabar la carrera veo realmente que no pinto nada, literalmente, en el mundo de las bellas artes. Entonces sí que me empiezo a enfocar un poco más en el mundo del sonido en los últimos años de la facultad, como en arte sonoro o la experimentación», ha sostenido.

Poco a poco, rememora, fue volviendo a hacer lo que hacía en la adolescencia: Grabar música sin pensar demasiado si iba a gustar o no. «Y a día de hoy es lo que hago y de hecho es de lo que vivo ahora mismo, desde hace cuatro días», ha señalado, en lo que ha considerado una carrera de fondo en la que «o estás constantemente haciendo cosas o te quedas fuera».

«En mi caso he seguido porque por suerte he podido seguir grabando cosas al tener la suerte de que yo grabo todo y no dependo de nadie al tener un pequeño estudio de grabación. Económicamente no tengo que ir a un estudio, puedo hacerlo cuando quiera, por la noche, en pijama… No tengo ese problema. Y tampoco he aspirado a gran cosa porque para mí lo principal era hacer música, que es lo que me llena», ha argumentado.

Es por ello por lo que define su llegada al mundo de la música como algo «natural»: «Alguien que te escucha, le gusta, te ficha para el sello, ves que tiene cierta repercusión, mucha gente conecta con las letras… Entonces no ha habido tanto una intención sino que todas las cosas, de manera natural, se han ido posicionando».

Pese a que Estrella Fugaz es su proyecto personal, Lucas Bolaño se acompaña desde el principio para tocar en directo y también en la grabación por Ricardo Ramos a la batería y Javier Carrasco de Betacam, que se ocupa de los sintetizadores. «Ellos dos tienen ese superpoder, me aportan ideas y yo también me nutro de ellos dos».

Finalmente, preguntado por si Toledo se cuela o influye de alguna forma en Estrella Fugaz, Bolaño señala que lleva ya 25 años en Madrid y que Toledo es una ciudad que le «flipa» arquitectónicamente. «No tanto en la parte cultural, creo que es como un poco agujero que no sé cuándo habrá un cambio. De hecho yo creo que todo lo que he visto nacer también lo he visto caer».

«Es una ciudad que me encanta, yo estudié en la Escuela de Arte y para mí era una alegría levantarme cada día e ir a la fragua por la mañana por el Casco», ha indicado, para agregar que quizás en sus primeros discos había más referencias a la capital regional pero que en la actualidad no es el caso porque su vida ha «cambiado mucho».

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