La Atalaya de Ciudad Real y todos sus misterios inspiran un videojuego de terror que verá la luz el próximo Halloween

Publicado 13 Aug 2025 08:30

Marta y Samuel, de Sonrisilla Games, perfilan una aventura gráfica tras un trabajo de investigación en el que también ha participado la ciudad

La diseñadora de videojuegos Marta Ruiz, conocida en redes como ‘Waxipola’; y el desarrollador Samuel Sanjuan, alias ‘SamKnight’, son las dos mitades que conforman Sonrisilla Games que están dando forma a un videojuego de terror ambientado en La Atalaya, un paraje emblemático de Ciudad Real envuelto en leyendas y fenómenos paranormales, y que verá la luz a finales de octubre o principios de noviembre, coincidiendo con la celebración de Halloween, bajo el nombre de ‘Historias de la Atalaya-El Brujo’.

La idea de este proyecto surgió tras participar en el evento ‘Guadalindie’, un encuentro entre programadores donde tienen lugar conferencias y presentaciones de videojuegos –celebrado el pasado mes de mayo en Málaga– donde la motivación y las ganas de crear algo propio, local y diferente se encendieron durante el viaje de vuelta.

El interés de los jóvenes por las historias de miedo y la intención de crear algo diferente que llevara por bandera a su tierra, les hizo pensar en La Atalaya, el gran protagonista de las leyendas del municipio. Desde ese momento iniciaron una labor de invetigación casi periodística en busca de testimonios, relatos orales y sucesos reales ocurridos en la zona.

Entre las historias que darán vida al videojuego destacan las leyendas sobre ritos satánicos en el antiguo sanatorio derruido, un asesinato ocurrido hace décadas en la zona y casos de brujería popular como el de un supuesto brujo que enterraba tarros con objetos personales para hacer vudú.

El videojuego, que entremezcla la realidad con la ficción, ha exigido un arduo trabajo de investigación para Ruiz y para Sanjuan, quienes han tenido que «empaparse» de vivencias, de cómo es el sitio y en qué momento y circunstancias se produjeron los sucesos.

Dentro de los lugares que más les han llamado la atención, destaca el sanatorio, porque según ha asegurado el joven desarrollador, aunque está derruido, se ven todavía pintadas y se recuerdan los ritos satánicos que llevaban a cabo los vecinos.

En este sentido, Sanjuan ha indicado que como tienen mucha información no tienen que inventar mucho, puesto que «al final las historias hablan por sí solas» y los jóvenes desarrolladores simplemente deben interpretarlas, «dar una pequeña vuelta» a los temas y tratar con mucho cuidado los sucesos delicados, como es el caso de asesinatos o experiencias personales de habitantes del entorno.

Al publicar sus vídeos en redes sociales, los seguidores se han volcado aportando información sobre los casos y agradeciendo la visibilidad que Ruiz y Sanjuan aportarán al municipio mediante este videojuego. «Hay gente que también se enorgullece de que se hable un poco de la tierra y que no sea todo malo, porque parece que lo que pasa en Ciudad Real es todo malo y no lo es para nada».

El videojuego, que será gratuito en su lanzamiento, consistirá en capítulos o episodios cortos, de unos 30 a 40 minutos de duración, desarrollados en primera persona. El primero de ellos se basa en una joven protagonista que acude a La Atalaya para recuperar un objeto perdido y, a partir de este momento, se desencadenarán diversos fenómenos paranormales que la obligan a enfrentarse a sus propios miedos.

En esta primera historia también participará un personaje basado en una persona real, concretamente el streamer ‘AGP1333’, conocido como Agustín, quien ha apoyado al proyecto desde sus inicios. La historia va a estar enfocada en el brujo de La Atalaya, el personaje de Pepe Lomas también estará relacionado con la trama y otros temas misteriosos que se irán descubriendo con las siguientes partes del videojuego.

Respecto a la división de las tareas de programación, Ruiz, que se dedica a diseñar videojuegos además de ser artista 2D, se ha encargado de la parte narrativa, del comportamiento de los personajes, de la interfaz, de la realización del menú y de la parte de mayor «pensamiento psicológico», ha señalado.

Por otro lado, la joven ha indicado que Sanjuan se ha dedicado a programar y modelar en arte 3D, aunque por su parte intenta apoyar con las texturas en 2D, «que de hecho hay algún vídeo subido por redes de cómo lo hacemos», ha expresado.

Por otro lado, Sanjuan ha adelantado que él mismo se encargará de la música y a pesar de no tener seleccionado el tono, su intención es mezclar sonidos espeluznantes con toques castellanomanchegos.

La participación ciudadana, sobre todo a través de las redes sociales, ha sido fundamental para sacar este proyecto adelante. «Desarrollar un videojuego es un proceso muy largo, entonces ver que tienes apoyo constante» y los consejos que dejan los usuarios para mejorar el proyecto, «te hace tirar para delante con mucha más seguridad», ha expresado la diseñadora.

Actualmente, el videojuego se encuentra algo más allá del ecuador del desarrollo. La etapa de prototipado ya se ha completado y el equipo se encuentra puliendo los detalles, integrando elementos narrativos y afinando las mecánicas, porque según ha afirmado Ruiz «lo que es La Atalaya, lo que es construirla, lo que es pensar en el juego, maquetar un poco lo que es el escenario, ya está hecho».

Además de entretenimiento, el proyecto persigue objetivos más amplios, como fomentar el interés por la cultural local, reivindicar el potencial narrativo de Ciudad Real y crear comunidad entre los jóvenes que se forman en el desarrollo de videojuegos.

Sobre este aspecto, la creadora ha explicado que lo más próximo que hay en Ciudad Real para formarse en el sector de videojuegos son los cursos que ofrece el SEPE, pero en la universidad no existe un grado para ello como sí es el caso de otras comunidades.

«Si no estás formando a la gente de local pues tampoco se ampara que vayas a ayudar, porque no se tiene conciencia de que se están creando cosas», ha afirmado.

Con la intención de presentar oficialmente el videojuego en la ciudad, los autores mantienen conversaciones para que el juego se pruebe en la ciudad y lo juegue gente de la tierra, aprovechando su carácter gratuito, accesible y que, además, aborda una temática de unión entre los vecinos mediante las leyendas urbanas.

Para los creadores, el objetivo «más óptimo» que podrían alcanzar con este proyecto es la creación de una comunidad entre todos los ciudadrealeños que están intentando formarse en videojuegos y si además los escenarios donde se desarrolla el videojuego atraen a turistas, «sería maravilloso», ha señalado Ruiz.

Si el proyecto tiene buena acogida, planean ampliarlo a otros enclaves con historia dentro de la provincia como Daimiel o Alcázar que también cuentan con leyendas y relatos que se pueden convertir en nuevos capítulos, ya que este primer juego es solo el principio.

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