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Publicado 15 Oct 2025 14:38

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha abogado este miércoles por «poner pie en pared» a «esta dinámica del odio al otro» que se está utilizando «de manera absolutamente filibustera» en la política española y no solo en la política, «pero particularmente en la política, que no solo es en España».

«Hay quien dice como Trump que él odia a sus enemigos», unas palabras que, según ha dicho García-Page, el presidente de Estados Unidos dijo a los diez minutos de haber intervenido la viuda de Charlie Kirk «clamando por el perdón a los que habían asesinado a su marido desde raíces cristianas».

«A alguien, incluido a Trump, habría que recordarle las palabras del Papa Francisco», ha asegurado García-Page, que dicen que «quien alimenta el odio al otro, olvida que cualquier día el otro puedes ser tú».

El odio al otro ha sido una de las reflexiones que ha hecho el presidente de Castilla-La Mancha en el acto institucional con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales, que se ha celebrado en el Teatro Municipal de Almagro. Según ha comentado, «el 90% del odio que se fabrica hoy en España es un odio fabricado», que «no tenemos por qué vivir ni padecer la sociedad normal».

«Yo no veo tanto conflicto ni tanta crispación en la gente, ni en las familias. Se puede hablar con más normalidad de muchas cosas. Sin embargo, vivimos prisioneros de un odio fabricado» poniendo de ejemplo el «odio contra los emigrantes» o «el odio contra el feminismo».

En opinión de García-Page, «hay muchísimos debates que tendrían que estar superados ya en una sociedad madura como la que representa España». Y, sin embargo, «vemos que hay gente que por arañar un voto, por conservar su nicho electoral, está fabricando odio».

Frente a todo esto, el presidente castellanomanchego ha hecho hincapié en que en su región lo que se va a intentar es «practicar la mejor política posible». «De moderación, de acuerdo, de consensos, de entendimiento y de escucha» y que «cada uno termine votando lo que quiera y decidiendo lo que quiera», ha enfatizado.

A su juicio, «no se puede intentar ganar la confianza de la gente fabricando odio». De este modo, ha avisado de que «el odio mueve más a la gente que, a veces, el afán de ayudar». «La solidaridad es más incómoda» porque «tienes que hacer». «El odio es fácil y se contagia con una facilidad extraordinaria», ha lamentado.

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