Toledo: la tierra prometida de los cultivadores de cannabis

Aunque las plantaciones “indoor” han ido creciendo en la provincia, se ha encontrado una nueva táctica delictiva que intentaría hacer pasar las plantaciones de cannabis por el cultivo de cáñamo industrial, que sí es legal.

Entre las incautaciones realizadas por la Guardia Civil y la Policía Nacional, se han encontrado unas 320.000 plantas de marihuana en la provincia de Toledo contabilizadas hasta noviembre de 2021. Según el jefe del grupo de estupefacientes de la comisaría de Toledo y subinspector de policía, Francisco Acebo, «la producción ha subido porque es fácil cultivar la marihuana. No requiere mucha inversión y no podemos obviar que hablamos de una droga blanda. La pena no es igual si te cogen con un kilo de cocaína y ellos lo saben». No obstante, han aumentado los cultivos pero también los detenidos, porque como confirma el propio Acebedo, «tarde o temprano caen» porque pecan de avaricia: «Al conseguir dinero fácil, quieren más y eso nos da a nosotros el tiempo necesario para pillarlos».

LA MAYOR PLANTACIÓN DE EUROPA

Aunque según el teniente Valentín Martínez-Reche de la UOPJ en la Comandancia de Toledo, el cáñamo no tiene mercado en España, se han multiplicado las macro plantaciones en 2021 que quieren hacer creer que son de este producto y no de cannabis como realmente son. No obstante, es muy fácil de averiguar a simple vista, porque para el cultivo del cáñamo solo es necesario el tallo, por lo que suelen ser plantaciones de tres o cuatro metros de altura, hecho que no ocurre en el caso de las falsas.

El modus operandi de estos delincuentes es pidiendo una licencia para cultivar legalmente “cannabis sativa”, pero lo que quieren es el cogollo y no el tallo. Además, estas plantaciones no pueden superar el 0,2 % de THC, que es el componente psicoactivo de la planta y en la mayoría de las ilegales, lo doblaba.

Con todos estos datos, la Guardia Civil pudo requisar en octubre la mayor plantación de “maría” de Europa en la Huerta de Valdecarábanos con 135.000 plantas que hacían pasar por cáñamo industrial.

Según Valentín, «Cada planta tenía tres kilogramos de cogollos que no se pueden comercializar legalmente, lo que nos da el total de 405.000 kilogramos de cogollos solo en esa plantación». Estas producciones estaban destinadas a Europa, ya que en países como Francia o Países Bajos 1 kg de cogollos de marihuana se vende por más de 7.000 euros, mientras que en España no llegaría a los 2.000 euros.

La imaginación ha sido el punto de conexión entre todas estas incautaciones, porque según comenta Valentín, ha encontrado trampillas secretas de todo tipo que conducen a las plantaciones secretas, como por ejemplo bibliotecas o armarios empotrados, e incluso un búnker subterráneo de cinco naves.

Finalmente, la Guardia Civil de la UOPJ comenta que Toledo es el lugar perfecto para montar estas plantaciones ilícitas porque está muy cerca de la capital y tiene una gran cantidad de viviendas disponibles en pueblos pequeños o medianos que no suelen tener Policía o Guardia Civil establecida que pueda vigilarlos.