Aunque ya llevamos varios días de Cuaresma, todavía hay tiempo para probar este típico plato previo a la Semana Santa, que tan arraigado está en la mayoría de casas españolas. Es decir, el potaje de vigilia.
Como bien sabrás, este plato de cuchara se creó para suplir los típicos guisos de carne, en los días en los que la religión cristiana desaconseja este producto. No obstante, si te gusta, puedes comerlo cualquier día del año.
Aunque pueda parecer un plato muy complejo, es como cualquier guiso que hayas hecho, pero en el que el pescado lleva la voz cantante. Si es la primera vez que haces un guiso, no te preocupes porque te lo vamos a poner muy fácil para que no sea el último.
Ingredientes
- 6 raciones
- 130 min
- Dificultad baja
300 g de bacalao
1 puerro
1 pimiento verde italiano
1 cebolla
500 ml de caldo de pescado o fumet
2 huevos
300 g de garbanzos (si los compras secos, los tienes que cocer antes de utilizarlos y si son cocidos los puedes utilizar directamente)
2 tomates
Un manojo de espinaca fresca
Elaboración del potaje
Cocer los 2 huevos durante 10 a 12 minutos (que el agua tape los huevos)
Cortar el bacalao en tiras finas y alargadas.
Cortar en trozos pequeños las espinacas.
Cortar en trozos pequeños la cebolla, el pimiento italiano y el puerro.
Rallar los tomates.
Echar en una cacerola con un chorro de aceite caliente el puerro, la cebolla y el pimiento verde hasta que se poche, durante unos 10 minutos.
Añadir al contenido de la cacerola el caldo del pescado y los tomates rallados.
Una vez realizado el sofrito, llevarlo a la batidora y triturarlo hasta que quede fino.
Llevar el sofrito triturado a la cacerola otra vez.
Cuando hierva el contenido de la cacerola, añadir las espinacas y el bacalao.
Dejar que vuelva a hervir durante cinco minutos.
Echar los garbanzos a la cacerola y deja que cuezan durante un minuto.
Apagar el fuego una vez haya pasado ese minuto.
Cortar los huevos que hemos cocido y echarlos en la cacerola.
El potaje ya está terminado, ¡solo falta servirlo! Como habrás comprobado, no era tan difícil. Pero si crees que algún te ha costado más que otro, ¡no te preocupes! Cuantas más veces cocines este plato mejor te saldrá e incluso, podrás incluir o quitar ingredientes para hacerlo totalmente a tu gusto o al de tus comensales.