¡Por supuesto! Hay gente a la que le gusta más mezclado y otros que lo prefieren mezclado tipo troceado. Pero puedes ponerlo en cualquiera de los electrodomésticos que tengas para mezclar o triturar sin ningún problema. Todo depende de cómo te guste más la textura, ya que, si prefieres que el guacamole sea más suave, el robot de cocina es perfecto. Mientras que, por el contrario, si quieres que tenga un poco de textura, prueba a mezclarlo tú misma y comprueba con frecuencia que no quede demasiado suave.

En última instancia, depende de ti, pero la que creo que mejor combina es la cebolla blanca. Puesto que es ligeramente más suave para el guacamole. Tiene la fuerza suficiente, pero no el sabor picante de la cebolla roja cruda. Cuando hagas más guacamole, prueba con diferentes tipos (cebolla roja, chalotas, cebolletas) para ver cuál se adapta mejor a tu gusto.

Como la mayoría de los platos elaborados con aguacate, cuanto más fresco mejor. Sin embargo, si prefieres preparar el guacamole con antelación, pon una capa de papel transparente directamente sobre la superficie del guacamole para que no entre aire en contacto con la salsa. Ponle una tapa y guárdalo en el frigorífico durante un máximo de 2 días.

Está comprobado que colocar los aguacates poco maduros en una bolsa de papel con una manzana funciona. Asegúrate de cerrar la bolsa de papel y mantenla a temperatura ambiente. Deberían estar notablemente más blandos en 12 horas.

Un aguacate está maduro cuando la piel cede a una ligera presión, pero aún no se ha desprendido de la pulpa. Otra buena forma de comprobar la madurez es presionando suavemente el tallo que sobresale del aguacate. Si se presiona fácilmente hacia abajo en el aguacate, el aguacate está maduro y listo para ser consumido. Un tallo firme que no cede significa que necesita más tiempo para ablandarse. Cuando están maduros, pueden conservarse enteros en el frigorífico hasta 10 días.

Un buen truco para mantener los aguacates perfectos durante más tiempo es guardarlos sumergidos en agua, sin tapar, en un recipiente en el frigorífico. Puesto que el agua bloquea la piel del aguacate del aire, haciendo que se oxide más lentamente. De esta forma, podrás tener aguacates frescos durante más tiempo.

Si no te gustan con los jalapeños frescos, porque son muy picantes para ti, hay otras opciones. Por ejemplo, los jalapeños encurtidos son una gran alternativa. Por el contrario, si no quieres pimientos en tu receta, pero sí un poco de picante, puedes hacer los siguiente. Es decir, poner un poco de la salsa picante que prefieras o utilizarlo en polvo. De esta forma, el picante seguirá, pero no notarás los jalapeños.

Como te he comentado al principio, en el guacamole se puede mojar de todo. No obstante, si quieres hacer tus propios nachos para mojar es muy sencillo. Solo tienes que coger una tortilla de maíz de las que venden en cualquier supermercado.

1. Corta la tortilla de maíz en 8 triángulos.
2. Fríelos hasta que estén dorado y crujientes.
3. Cuando estén listas, escúrrelas en un plato con papel absorbente.

4. Ponlas un chorrito de zumo de lima y sal al gusto.