Toma un cuenco y echa la harina y la levadura.

Haz un hueco en el centro.

Echa en el hueco el resto de los ingredientes y mézclalos.

Pon la masa encima de la encimera sin enharinar.

Amasa hasta que tenga la consistencia deseada.

Haz una bola con la masa y ponla en un cuenco pintado con aceite.

Deja reposar la masa 45 minutos.

Pasado el tiempo, saca la masa y ponla en la encimera.

Divide la masa en dos, una más grande que otra.

Aplana las dos bolas con un rodillo.

Pinta con aceite el molde que vayas a utilizar para la empanada.

Forra con la masa aplanada el molde.

Pincha la superficie con un tenedor.

Echa el relleno frío en la masa uniformemente.

Recorta la masa para que quede un poco más alta que el molde.

Pincha con un tenedor la masa más pequeña.

Después, pon la masa pequeña aplanada encima de la otra como una tapa.

Bate el huevo para pincelar.

Precalienta el horno a 220ºC con el calor por arriba y por abajo.

Utiliza el huevo para pintar los bordes para unirlo.

Haz una especie de dobladillo para juntar la masa de abajo y la de arriba y cerrar la empanada.

Coge unas tijeras y haz un pequeño corte en el centro.

Con los sobrantes puedes hacer adornos para la masa.

Toma el huevo batido y pinta toda la masa.

Hornea la empanada durante 5 minutos a 220ºC.

Pasado este tiempo, bájalo a 200ºC y tenla en el horno durante unos 20 min.

Finalmente, si ves que ya está dorada, puedes retirarla.