El toledano colegio ‘San Lucas y María’ va a vivir este martes, 18 de octubre, una jornada festiva en la que va a dar a conocer los cerca de 350 sueños que de forma colectiva ha imaginado su comunidad educativa, con el deseo de seguir transformando su escuela y mejorar sus resultados académicos y de convivencia.

Fue el curso pasado cuando alumnado, profesorado, familias e incluso el vecindario de La Cornisa, barrio del Casco Histórico en el que se asienta este centro educativo, empezaron a plasmar sus ideales en flores de papel, implicando también a asociaciones e instituciones.

«El martes se va hacer una fiesta para visibilizar las ilusiones de toda la comunidad en un jardín vertical donde cada flor es un sueño, dando sentido al lema ideado por el alumnado: ‘Planta tu sueño y déjalo crecer’», ha explicado a Rosario López, integrante del grupo encargado de organizar esta fase.

Para ello, se ha habilitado una pared en el centro, que simula el cielo y la tierra, donde se van a plantar estas flores oníricas, en las que los alumnos y alumnas del San Lucas y María han sustituido el olor por deseos.

COMUNIDAD DE APRENDIZAJE CONSOLIDADA

Esta es la segunda vez que el único colegio público ubicado en el casco antiguo de la capital regional ha hecho una especie de ‘tormenta de ideas’ para definir cuáles son sus sueños.

La primera vez que lo hizo fue hace seis años. Por aquel entonces, los retos que este centro educativo se planteó iban encaminados a consolidar las actuaciones educativas de éxito aparejadas a la comunidad de aprendizaje en la que previamente se había transformado.

«En aquella ocasión, los sueños iban dirigidos a alcanzar la inclusión educativa, a mejorar la convivencia y los espacios de participación entre alumnado, profesorado y familias», ha detallado López, que ha ensalzado que este modelo educativo haya echado raíces en el San Lucas y María, y se hayan podido poner en marcha y ampliar los grupos interactivos, las tertulias dialógicas o la biblioteca tutorizada, actuaciones de éxito que definen a la comunidad de aprendizaje.

«Otro de los sueños, cumplido con creces, era aumentar la matrícula del centro, hasta aquel entonces con una media de 16 niñas y niños por aula. Ahora la matrícula está al 100 por cien. Tenemos clases donde la ratio está completa y solo queda una con 18 alumnos. El resto tienen entre 20-25, que es lo que determina la normativa», ha añadido.

En este tiempo, el centro también ha conseguido fidelizar a un número importante de voluntarios y voluntarias que participan de forma activa de sus actividades, se ha dotado de un método de resolución de conflictos y se ha convertido en «un referente en el trabajo de inclusión».

«La comunidad de aprendizaje está consolidada y es sostenible puesto que hemos renovado el proyecto, que ha sido respaldado de forma mayoritaria por el claustro y las familias. Pero este proyecto se va renovando día a día, y hay que seguir alimentando la base de datos del voluntariado y pensando y repensando si las actuaciones educativas llegan a todo el alumnado y si están dando buenos resultados académicos», ha proseguido Rosario López.

De momento, este martes, coincidiendo con la festividad de San Lucas, el colegio va a festejar que tiene muchos sueños y una escuela diferente que, conectada con la vida del barrio y de las familias, prioriza la participación.

«Ahora empieza una fase igual de emocionante que es dar cumplimiento a todo lo que hemos soñado. Para ello, otro grupo compuesto por familiares, alumnado, voluntarios y profesorado empezará a trabajar para seleccionar aquellos sueños más coincidentes o más importantes, que impliquen una mejora en la escuela y en la comunidad», ha explicado López, que integra también el cuerpo docente del centro.

Esta ‘fiesta de los sueños’ del día 18 terminará después de la actividad lectiva con la degustación de un aperitivo de paella que va a elaborar la asociación de vecinos ‘La Cornisa’ en la zona de la Casa del Diamantista.