El Villarrubia logró un empate en el campo del Torrijos en un partido caracterizado por la igualdad y escasas oportunidades de gol. El equipo dirigido por Miguel Aroca acumula ya cinco encuentros sin conocer la derrota y sin recibir goles. Cabe destacar como dato curioso que el Torrijos ha empatado sus cinco partidos como local, todos con el mismo marcador, 0-0.

Desde el inicio del partido, el Villarrubia demostró su intención de imponerse, con un temprano disparo de Álex Pérez que se desvió al lateral de la red. Los visitantes mantuvieron el control del juego y la posesión en los primeros compases. En el minuto 16, Álex Díez tuvo una segunda oportunidad, pero su disparo frente al portero careció de la contundencia necesaria. El ritmo del juego se mantuvo elevado, con el jugador local Vicente ejecutando un centro-chut al área que complicó al portero Samu. Pocos minutos después, Rabadán se encontró solo ante Samu, pero no logró concretar la oportunidad.

El partido continuó siendo dinámico, con numerosas ocasiones y buen juego por parte de ambos equipos. En el minuto 26, se produjo la ocasión más clara hasta ese momento, con una disputa dentro del área entre Pliego y Murillo, resultando en un balón que impactó en el poste. Tras este frenesí, el ritmo del juego se redujo y el tramo final de la primera mitad careció de oportunidades destacadas. Cerca del final, Collado del CD Torrijos ejecutó un lanzamiento directo a puerta desde una falta, pero el balón se elevó por encima del travesaño. Para concluir la primera mitad, Pliego del Villarrubia tuvo una buena oportunidad con un disparo desde la frontal del área.

La segunda mitad inició con equilibrio, aunque el Villarrubia mostró mayor iniciativa en ataque. En el minuto 64, el árbitro anuló un gol a Pliego y en el minuto 77, Rabadán volvió a probar suerte con un disparo que fue detenido por Samu. Poco más sucedió en el Municipal de San Francisco hasta el tiempo añadido, cuando los locales generaron dos córners consecutivos ejecutados por el experimentado Álvaro Antón, generando emoción en las gradas pero siendo repelidos con facilidad por la defensa del Villarrubia.