Condenan a un vecino de Torrijos a 10 meses de cárcel y 3 años de inhabilitación por abandonar a su galgo

El galgo Moris, que fue abandonado por su dueño en Torrijos
El galgo Moris, que fue abandonado por su dueño en Torrijos

El Juzgado de lo Penal número 4 de Toledo ha condenado a un hombre de la localidad de Torrijos a la pena de diez meses de prisión y la inhabilitación durante tres años para el ejercicio de profesión, oficio o coercio que tenga relación con el cuidado, mantenimiento o disfrute de animales por abandonar a su galgo, de nombre Moris.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso , ha quedado probado que el ahora condenado, propietario de Moris, de dos años de edad, en una fecha no determinada pero comprendida entre los meses de julio y agosto de 2019, dejó abandonado a su suerte al animal «con absoluto desprecio por su destino».

Este abandono dejó al animal, según la sentencia, en tales condiciones que, cuando apareció en un polígono de la localidad de Burujón, sobre las 9.00 horas del 6 de agosto de 2019, se encontraba en un estado de semi caquexia y deshidratación, con una fractura a nivel de tibia distal, la cual presentaba muy inflamada, con imposibilidad de apoyo de la extremidad.

Estas condiciones requirieron que Moris fuera sometido inmediatamente a tratamiento con antiinflamatorios y posterior cirugía, generando todo ello a la asociación Animal Soul Rescue, que lo acogió para su cuidado y recuperación, unos gastos de 843,15 euros.

Además, el condenado deberá indemnizar a Animal Soul Rescue Rescate con 1.100 euros.

Por su parte, la Asociación para la Defensa de Víctimas de Injusticias (Apadevi), ha destacado que esta es una sentencia «pionera» ya que, además de la inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y la tenencia de animales, también incluye la convivencia con los mismos.

Apadevi ha señalado en un comunicado que así se hace frente a la «picaresca» de algunos condenados que «tras ser condenados a inhabilitación dicen que el animal con el que conviven no es suyo».