La berrea del ciervo y la ronca del gamo capitanean los atractivos otoñales del Alto Tajo

La berrea del ciervo en el Alto Tajo.
La berrea del ciervo en el Alto Tajo.

Numerosas localidades boscosas de la comarca del Alto Tajo en Guadalajara se convierten durante la temporada otoñal en un reclamo turístico más, ante el bello espectáculo de sonidos que rezuma de sus bosques con la berrea de los ciervos y, muy pronto, la ronca del gamo, en ambos casos en su época de celo.

Así, durante este otoño, en el entorno de municipios como el de Orea, rodeado de bosques, los sonidos provocados por los enfrentamientos de los ciervos en su época de celo y el que deja el cortejo que producen los gamos macho en forma de ronquido, atraen cada año la presencia de numerosos visitantes y curiosos, expectantes de ver que les depara la madre naturaleza.

«Aquí la berrea es muy importante tanto turísticamente como cinegéticamente. Es una zona espectacular para escucharla porque estamos en la cabeza del Parque Natural del Alto Tajo, entre la Serranía de Cuenca, Sierra de Albarracín y los Montes Universales», ha afirmado en declaraciones a la alcaldesa de Orea, Marta Corella, quien anima a los turistas a acercarse porque todavía se puede escuchar.

De hecho, en este pequeño municipio de Guadalajara convocan cada año un concurso de berrea a capela que se celebra a finales de septiembre, un evento que sirve para que los pueblos de la zona reivindiquen su espacio como custodios del territorio, ha aseverado la alcaldesa.

De hecho, según Corella, los oriundos de la comarca tienen su propio «sitio especial, su rincón» para escuchar la berrea del ciervo y la ronca del gamo en una estación en la que los animales se unen y cada macho lleva su harén de hembras.

«Se trata de intentar visibilizar todos los activos que tenemos en la zona, y es también una llamada de atención para decir que los territorios no están muertos», ha señalado esta regidora, convencida de que hay que aprovechar cualquier evento para revindicar su espacio.

Y a estos atractivos, Corella une ahora la llegada de la temporada de setas, otro revulsivo económico y turístico en esta comarca, y en primavera, los sonidos de la ladra del corzo.